Escrito por Freddie Armando Romero. Esperar un delivery puede traer más de un fastidio, sobre todo si se tiene hambre y está uno en la hora de almuerzo. Primero, hay que elegir qué es lo que se va a comer y el horario en que se va a comer. Tal es así que si es un horario temprano, se comerá algo ligero y que posibilite una recarga de baterías para comenzar bien el día con buen pie con la mente relajada y despejada puestos en los objetivos ya fijados. Si es mediodía, se tomará un refrigerio contundente capaz de recargar las energías pérdidas durante la mañana. Y si es de noche, se recompondrá el cuerpo con algo liviano que haga que la transición de la mesa a la cama no sea dura e incómoda.
Es importante resaltar la presencia de la fruta a media mañana y de la carne, los huevos y la leche en la dieta de la persona que está en crecimiento por ser una fuente de proteínas, carbohidratos y calcio esenciales para el organismo.
A la hora de elegir las bebidas, cabe recordar que las gaseosas oscuras deterioran los dientes. Que tomar bebidas alcohólicas en exceso es dañino y que no es prudente ni recomendable tomar a plena luz del día y más si se está en horarios de trabajo. Lo más sano es tomar refrescos, limonadas y/o chichas que calmen la sed con responsabilidad. También hay que tener en cuenta que tampoco es recomendable tomar bebidas “frozen” o heladas si se está en temporadas de otoño e invierno.
Luego, se viene la elección del restaurante, al cual se va a solicitar dicha comida, para lo cual es importante saber si cuentan con las normas sanitarias reglamentarias para cumplir a cabalidad y satisfacer, en lo más mínimo, los gustos y exigencias de la clientela. Aquí es donde se ve cuántos tenedores va a tener el restaurante donde se va a comer.
Más adelante, al momento de hacer el pedido por teléfono, puede resultar tedioso que la línea telefónica esté ocupada y que lo tengan a uno esperando en el teléfono mientras se decide qué empleado lo va a atender.
Después, llega la decisión de que si se va a pagar con efectivo o con tarjeta. Y si se tiene el sencillo necesario para pagarle al repartidor cuando llegue el vuelto. Es por ello que se hace un cálculo para saber con cuántos billetes y monedas vendrá cuando traiga los paquetes de comida.
Por último, no hay nada mejor que escuchar música en un potente equipo de sonido y/o ver una película en la televisión cuando se espera la comida. Eso apacienta la espera. Y no olvidar los beneficios ya conocidos si es que el envío llega muy tarde.
Por eso, lo más aconsejable es ir personalmente al restaurant, solicitar el pedido como a uno le parezca y hacer uso del delivery sólo en ciertas ocasiones que sean de emergencia.
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