Escrito por Freddie Armando Romero. Faltan 41 días para el 3 de octubre, fecha en la que sabremos por fin quién será el que ocupará el sillón municipal de Nicolás de Rivera (primer alcalde de Lima). La suerte todavía no está echada, pues falta mucho pan por rebanar y kilómetros de distancia por recorrer. Está en suspenso el final de la telenovela de la tacha de Kouri y existen posibilidades de que se lleven a cabo más debates que procuren ser más democráticos e inclusivos que permitirán decidir y definir el voto de muchos habitantes limeños, el cual será decisivo y muy importante para conocer quién es el rotundo ganador. Hoy los más rankeados son dos: el primer candidato es una pepecista, perdedora de elecciones con acumulados records Guiness y posible implicada e involucrada hasta la coronilla en actos relacionados con el narcotráfico y la corrupción, el segundo lugar es para un chalaco fanático de las salitas del SIN y taimado cabeceador en proyectos que se generan con el dinero de la población y engañamuchachos en trámites e inscripciones electorales, donde se encarga priorizar el ser vivo llegando a tratar de convencer que uno es ciudadano de un distrito o localidad cuando en realidad ha vivido y vive en otro.
Los candidatos, que siguen en carrera, con las justas alcanzan y arañan los dos dígitos y perseveran en su intento de romper con la polarización fabricada por los mayores medios de comunicación y los intereses creados de por medio. En esta fila está Susana Villarán que trata y lucha de dar el salto de ex-ministra a ser una copia fiel de Anita Fernandini de Naranjo (primera alcaldesa de Lima en 1963) y arrebatarle el primer puesto a la Flores, Humberto Lay que tiene un solo dígito de aceptación todos los meses, Fernando Andrade que trata de emular y ocupar el sitial dejado por su hermano Alberto, Luis Iberico que es un periodista jubilado y político que tuvo que emigrar a otro partido debido a la quiebra y cierre de la agrupación a la que pertenecía anteriormente y Gonzalo Alegría Varona, quien es el mejor partido y muy buena carta de presentación para cualquier capital del mundo que esté de casamentera y busque un novio que le ayude a manejar las riendas de su vida, quien es vetado, ninguneado y excluído en el debate del diario miroquesadista, el cual dice ser y se autoproclama “El decano de la prensa peruana” y que se vanagloria de estar en los medios de comunicación al servicio del Perú desde 1839; y, quien es ignorado con cierta frecuencia en encuestas y sondeos de opinión por limeños que les falta quitarse la venda de los ojos, discernir a conciencia como en retiro espiritual y apreciar el peso en oro que goza este hombre.
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