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sábado, 30 de septiembre de 2017

Conferencia Gratuita sobre el Génesis con Lic Daniela Emmerich en Cristo...

Fabián Marticorena, la Fuerte Mente

Creado y escrito íntegramente por Freddie Armando Romero Paredes. El abuelo Ferdinando tiene un accidente en las escaleras gracias a la broma pesada de Fabián. Y es por eso que termina en el Hospital Militar Central. Cuando la abuela Leticia lo ve al abuelo Ferdinando en la cama médica, le afecta tanto que tiene una crisis que la obliga a estar postrada en cama durante unos días. Tanta es la soledad, la depresión y la preocupación que el abuelo Ferdinando le da fiebre y cae en cama de nuevo. Al tío Fulgencio y a Fabio Marticorena se les ocurre darlos por muertos para cobrar el seguro. Los pensamientos de Fulgencio y Fabio son casa y dinero. Y es así como Fulgencio y Fabio ponen cuerpos falsos que sobran de las fosas comunes para reemplazar a los abuelos. Una noche se oye en la otra casa: "Tú no eres ni mi hijo ni mi hija ni mi nieto. Yo quiero verlos". Fabián, que está en su computadora, oye los gritos y empieza a twittear y reportar lo que ocurre vía redes sociales, principalmente Twitter por ser instantáneo, rápido y eficaz. Tanta es la tensión y desesperación que Fabián corre a la azotea y desde ahí lanza piedras, macetas y botellas, las cuales caen en la cabeza del delincuente, dejándolo noqueado y soñado por unos momentos. El abuelo Ferdinando se alegra y siente la presencia de su nieto. Pero, es inútil porque en ese instante viene otro delincuente que le apunta en la cabeza y lo amenaza con quedarse callado si es que quiere seguir viviendo para contarla. Y de ahí no se sabe más del abuelo porque lo dopan con un calmante. Al día siguiente el tío Fulgencio y Fabio Marticorena dejan a su madre Leticia Roca Rey de manera incógnita y clandestina y a Fabián Marticorena, hijo de Fabio Marticorena, quien dice en el Hospital Víctor Larco Herrera que el agravio con escándalo incluido lo hizo para salvar a la familia, principalmente al abuelo que estaba en riesgo y peligro de muerte. El doctor Vildoso entra en complicidad con el tío Fulgencio, pues ambos tienen intereses malévolos y utilizan al Hospital Víctor Larco Herrera como caja chica. En el internamiento, Fabián conoce y se enamora de Alessandra Freitas, una practicante de psicología. En cambio, él es un practicante de psiquiatría al que le falta litio. Y la abuela moja el pañal por un tema emocional. Ambos se complementan, pues laboran en el servicio de asistencia social. Ella como practicante y él, como está internado, lo hace como terapia ocupacional. A la abuela le tratan la pérdida de su esposo. El nieto también se dedica a la crianza del cuy, carpintería, cerrajería. En el internamiento, Fabián, además, conoce a Vicario y sus secuaces maníacos que están ahí por mandato judicial. Aparte conoce a otros 13 presos arrepentidos. Vicario, un sicario, por orden de Vildoso, intenta con sus secuaces hacer daño a los tres: la abuela, alterando el kardex para que reciba una dosis distinta que le haga daño; robándose documentos para hacer quedar mal a la señorita Freitas y, otro día, reemplazando los dibujos de pacientes del archivo por otros mal hechos e inconclusos para que no les den alta, se abarroten las camas y ya no haya cupo. Incluso, llenando el cuaderno de sugerencias y ocurrencias de los pacientes con malas opiniones, usando letra ligada y corrida. Felizmente, se los atrapa con el kardex en la mano a uno y a otro con el lápiz en la mano con un cuaderno de ocurrencias y dibujos. Es entonces que llegan más lejos y a Fabián lo intentan violar, pero él se llega a defender y a los culpables los amarran e inyectan. El doctor Vildoso y Vicario no se quedan tranquilos y planean así más fechorías sin que el nombre de Vildoso se vea envuelto y a cambio de una gran suma de dinero. Fabián se defiende con una varita que se convierte en un dardo algunas veces y otras en una jabalina. Incluso, otras veces coloca el inyectable para tener tranquilo y domado al enemigo. Alessandra lo hace con una cadena que también puede ser una soga por el lado contrario. Para ello tendrán la ayuda de Sarmiento Chumbes, José Luis, quien es un mudo que sólo hace monosílabos onomatopéyicos, que tiene la costumbre de oler, lo cual lo ha llevado por buen camino y que se quedó mudo psicológicamente por ver el ahorcamiento de su padre cuando era niño. Otro que huele y sabe reconocer olores es Yumpo Tenorio, Marco Antonio, quien si habla. Lo malo es que cuando habla, se ríe un 80%. Entonces no se sabe si está hablando en serio o en broma. Se ríe desde que vio a sus papás salir disparados por la ventana del carro, siendo niño, al verlos llegar a la casa. Pensó que eran carros chocones y se río de desgracia. Asimismo, tanto Alessandra como Fabián tendrán la ayuda de Jacinto Morales, quien está preso por matar a su madre, y María Galindo, quien es voluntaria del SIS que se defendió inútilmente de una violación encomendándose a Santa María Coretti, quien le concedió la gracia de que su hijo naciera sanito, quien es el pequeño José, quien se logra llevar bien con Jacinto, al que ve como un padre. Ante esto, Jacinto se ve bendecido y enternecido por la presencia del pequeño angelito. A Jacinto Morales se le acusa de haber encerrado a su madre con Alhzeimer con una fuga de gas que Jacinto no notó. La policía encuentra la cerradura rota y presume que la señora la rompió de la desesperación. Lo curioso es que encontraron a la señora asfixiada antes de tiempo y presumen por eso que fue Jacinto, quien abrió las tuberías de gas para que todo estallara y no quedara evidencia. El caso es que Jacinto oye voces y por eso está internado en el hospital. Durante su estancia, conocerá el encanto y la ternura de María Galindo, quien se decepciona cuando se acusa a Jacinto de un robo que cometió el propio Vicario aprovechando la oscuridad de habitación en perjuicio de Oshiro. Pero pronto tanto María Galindo como Jacinto Morales se reconcilian y perdonan. Un día, al mediodía, a la hora de almuerzo, siendo 18 de mayo del 2014, estando de turno la enfermera Luz Vásquez Bardales, es la propia Luz, quien manda a rodar a la cocinera con la frase: -"Jódete vieja de mierda"-. La cocinera, a su vez, le dice que esto no se va a quedar así y algún día se las tendrá que pagar. Luz le dice a los internos que no le hagan caso, sigan comiendo y cuando terminen, que dejen charolas ahí encima de la mesa, que nadie tiene que ayudar a esa señora. Es entonces que Vicario le dice a la cocinera que se pueden entender a la perfección y le propone echar diazepan a la sopa de entrada a la hora de la cena, para así poder saquear las arcas del pabellón y los casilleros durante más o menos una hora. La culpa pretenden echarle a Yumpo, Sarmiento y Jacinto, quienes son los pobres tontos internos junto a Fabián, Alessandra y María; y, así, de esta manera, el doctor Vildoso estará contento. Llega la hora de la cena, todos están sentados con su tazona de sopa y Cancho dice que no deben empezar hasta que se les diga. Entonces, cuando las tazonas estuvieron llenas, es ahí que el enfermero Cancho dijo que ahora sí nos podíamos servir. Es ahí que Sarmiento me zamaquea y movía el brazo para que no tomara el brazo Fabián, a quién también lo hacía. Mientras Yumpo se reía a carcajadas. Cuando Sarmiento nos empezó a decir que la sopa está envenenada, Cancho nos dijo qué pasa ahí. Entonces decidimos impostar, fungir, hacer como si no pasara nada cuando si pasaba. Entonces Vicario y sus secuaces fueron a silenciar con algodón y algo más a la técnica y enfermeras que se preocuparon por ver a los pacientes dormidos. Cancho se preocupó, pero fue reducido por el guardia, quien ya había reducido a los agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). Entonces, quedaron solamente Fabián y sus 5 amigos, mientras que todos dormían, frente a Vicario y sus secuaces. Es entonces que Fabián y Vicario comienzan a pelear mano a mano, puño a puño y sin necesidad de la jabalina y la cadena. Y es ahí que la lámpara a kerosene se quebró prendiendo fuego a lo que había. Lo peor es que los pacientes estaban dormidos encima del plato de comida y no respondían por efecto del diazepan. Es ahí que los técnicos de musicoterapia salen de donde estaban escondidos por miedo y empiezan a tocar cada uno una flauta, una quena para levantar a los pacientes, lo cual funciona. A su vez, el paciente Mendoza Aliaga los acompaña con su armónica y los pacientes junto con otros sobrevivientes más evacuan el pabellón. Es entonces que sólo se quedan Fabián y Jacinto, a quienes Vicario confiesa que él mató a la mamá de Jacinto. Jacinto, enterado de que Vicario había matado a su madre, quiere matar a Vicario. Pero se contiene. Entonces que a Fabián se le ocurre romper la cerradura del botiquín y bodega, pues ahí hay todo tipo de papel que le gusta a Vicario. Y sí. A Vicario le gustaba comerse el papel, ya sea bond o higiénico. Yumpo se ríe. Sarmiento mueve la cabeza. En eso Sarmiento y Yumpo huelen un olor a hombre viejo que no se había bañado desde hace días y resulta que ese olor y pestilencia viene del almacén - depósito. Fabián patea y rompe la puerta y logra ver de nuevo a su abuelo Ferdinando después de años. La reacción no se hace esperar y todos los hombres en medio del incendio y derrumbe comienzan a llorar, incluyendo a Yumpo que ríe y llora de felicidad. Mientras tanto, Vicario está luchando con el fuego para que las llamas no quemen papel higiénico, hoja bond, hoja bulki, cartulina, cartón y otros. De igual forma, entre los 4 sacan a Vicario con quemaduras para que declare la verdad y Jacinto quede libre de toda culpa. A Fabián lo premian con el premio de la Associated Press. El tío Fulgencio, el doctor Vildoso, Vicario y sus secuaces van a la cárcel. La abuela ve de nuevo al abuelo, renueva votos matrimoniales y es feliz. Fabián Marticorena y Alessandra Freitas se casan al igual que María Galindo y Jacinto Morales. Todos viven felices para siempre. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.






La segunda venida y el reino sin fin

Creado y escrito íntegramente por Freddie Armando Romero Paredes. Thibeaud Le Mer vivía feliz con Euridice Diz y sus hijos (leáis la historia de Thibeaud Le Mer también escrita por este servidor). Pero, Marcos, el marciano, quien estaba dentro del cuerpo de Thibeaud, como un intruso, estaba triste. Tal es así que el marciano Marcos le hacía gruñir el estómago como un modo de disconformidad. Es entonces que Marcos, a través de los ojos de Thibeaud, ve, se fija y queda enamorado de Séfora, la hija de Thibeaud y hermanastra de Yann Zannetacci, quien era hijo de Juana Alva de Le Mer. El problema es que Marcos no podía estar con Séfora por estar en el cuerpo de Thibeaud por orden de Santa María y la cúpula celestial. Tal era su tristeza y amargura que una madrugada llora, se queja y grita mientras que Thibeaud está dormido. Es entonces que Dios habla con Santa María y deciden que el cuerpo de Marcos se siga quedando dentro del cuerpo de Thibeaud y el alma del mismo Marcos se pose por una noche en la vágina de Séfora. De tal manera, que Séfora quede embarazada de Marcos y con el niño recién nacido que se llamará Jefté se cumplan todas las profecías que están ya escritas. El niño Jefté nace, la familia de Thibeaud lo acoge, pero en el colegio lo marginan por su aspecto reptiliano y por hablar cosas que en un primer momento no son entendidas por la localidad y los medios de comunicación. Pero, después, Jefté empieza a liderar su aula, luego su grado, luego su colegio y luego a todos los muchachos y chicas del sector educación. En ese peregrinar conoce a Rut, quien era la hijastra del rey de Palestina y quien se dedicaba a la mala vida por no tener un motivo para seguir adelante por el rechazo de su padrastro y la desidia y dejadez de su madre, la reina. Es entonces que el rey Arfaxad se opone porque tiene miedo que Jefté le quite el trono y se corone rey haciendo reina a Rut. En tanto, Selaj se queda atraída y prendida de Jefté, quien la ignora por completo por amar a Rut. Jefté tiene seguidores y un equipo con el que trabaja, con quienes planea plantear, cambiar y reformular la educación en Palestina para crecer económicamente y mejorar como nación. Pero Arfaxad y Selaj no le gustan los cambios porque perderían poder e influencia. Así que los reyes de Palestina compran conciencias a muchos de los que forman parte del entorno de Jefté y pagan a un homosexual llamado Malael, del mismo temple, carácter y malas mañas del traidor de Judas Iscariote, para que corrompa y tiente a Jefté, aprovechando su cercanía al mismo Jefté dentro de las actividades del movimiento estudiantil, pensando que tal vez Jefté, quien está en contra de la ideología de género, cambie de opinión y empiece a promover esa susodicha ideología de género en la educación. Pero es inútil porque Jefté se enamora cada vez más de Rut y por eso piensa que no debe haber ideología de género, ya que se es bien hombre o bien mujer. Es entonces que Malael influye con el permiso de rey Arfaxad para que le hagan la vasectomía a Jefté aprovechando que se va a operar por una cuestión de salud. Pero, ya es demasiado tarde porque Rut está embarazada y, al saberlo, ella huye para que no le hagan daño. Rut da a luz en Jordania y luego se dirige a Roma, la Santa Sede, donde reclama el papado y a su vez le piden signos y pruebas. Entonces Rut les dice que esperen tres días. En esos tres días, un rayo parte a Malael y sus secuaces, Jefté es asesinado mediante la creogenización después de operado y al tercer día resucita tocando la puerta santa del Vaticano para entrar. En ese instante, a la tercera llamada al portón, el Sol explota y granos amarillos se expanden y esparcen por el universo, volviéndolo amarillo. Una de las chispas le cae a Selaj. Omri, el hijo adolescente de Jefté y Rut, montado en un omni, lanza un disco contra Arfaxad matándolo al final. Omri es rey, se casa con su querida Milca y Jefté, su consejero real, vive con su amada Rut, manteniendo el secreto de su origen y ocultando quienes eran sus verdaderos padres y su verdadero hijo. Una nueva era comienza. Más adelante, Jefté, Rut, Omri y Milca se reencarnan. Algunos dicen que lo hacen en las figuras de Leonardo Da Vinci y la Monalisa. Otros que luego en los personajes de Robin Hood, Lady Marian y el pequeño Juan (mismo nombre de Juan El Bautista). Otros que después en las humanidades de don Juan Tenorio y el Mio Cid de España. Y otros hasta aseguran que en la historia del Quijote y su amada Dulcinea. Por ahora, no se sabe en qué están reencarnados o si están por venir al mundo a cumplir una vez más lo que ya está escrito. Y colorín colorado, esta historia se ha acabado. 

La primera venida contada con otros ojos

La segunda venida y el reino sin fin

lunes, 25 de septiembre de 2017

Bálsamo Católico con Padre Augusto Sakihama sobre los últimos serán los ...

Wayo Bausch

Creado y escrito íntegramente por Freddie Armando Romero Paredes. Wayo y Bayo eran dos hermanos gemelos que a pesar de ser iguales, eran distintos en maneras de pensar y de vestir. Wayo era catedrático en una universidad de la capital y Bayo era banal, bohemio, borracho y rockero. Beida, la madre, estaba orgullosa de Wayo y preocupada por lo que Bayo pudiera hacer. Y tenía razón porque una madre no se equivoca. Tal es así que un día Bayo necesitaba dinero y sabía que a Wayo le iban a pagar el aguinaldo. Es así que Bayo se viste, peina y arregla como Wayo. Bayo cobra el cheque y va a la casa. Beida lo ve y le dice que necesita el dinero para las compras del mercado y para hacer arreglos a la casa. Bayo no le quiere entregar el dinero y luego se le escapa la verdad diciendo que ese dinero le costó trabajo robárselo. Beida se acuerda que ya era tiempo de que a su hijo Wayo le dieran su pago por el trabajo realizado en la universidad, se hace la desentendida y desde una esquina de la casa habla por teléfono a la policía. Bayo se da cuenta y el jarrón de la mesita se lo rompe en la cabeza a su madre viuda. Cuando se da cuenta en realidad de lo que ha hecho y de la magnitud del asunto, Bayo huye de la casa por unos momentos. Wayo entra y encuentra a su madre muerta. En eso llega la policía y Wayo huye de la casa por la azotea pasando a la casa del costado, donde encuentra a Fina Baux de Bouches, una joven viuda que perdió a su esposo en una de las guerras mundiales y que ahora prefería olvidarlo para no ponerse triste. El único consuelo era su abuela, a la que tenía que cuidar, cambiar el pañal cuando se hacía la deposición, bañar y dar de comer. Cuando Wayo se metió a su casa, Fina Baux iba a llamar a la policía, pero de inmediato lo reconoció y se preocupó por él, pues él era su vecino de toda la vida. Wayo le dijo y explicó que necesitaba de su ayuda para demostrar su inocencia. Es por eso que Wayo se queda a vivir en la casa y llega a enamorarse de Fina. Wayo decide poner en marcha sus planes y es así que crea una cuenta de Twitter llamada Radio Bayo, donde contará todo lo que sabe de su hermano Bayo desde que nació, publicando fotos de los álbumes que se llevó, publicando lo que salía de la interceptación de los IPs y los aparatos electrónicos. Viéndose descubierto en la universidad ante las autoridades académicas, Bayo decide dar clases en su domicilio, haciéndose pasar como su hermano Wayo. Y como el nombre de Wayo tiene prestigio, los padres mandan a sus muchachos donde el profesor. Lo que no saben es que el profesor Bayo se aprovecha de la situación, los emborracha, los dopa, los pepea y los mismos muchachos terminan siendo ultrajados estando dormidos. Cuando se despiertan, Bayo se ríe y les dice que se quedaron dormidos, que es suficiente por hoy y que deben irse a descansar y repasar para el día de mañana, no sin antes tomarse una foto con el profesor que les enseña. Tan vil es que ha colocado cámaras en la casa para filmar los actos obscenos, mañosos y morbosos que el propio Bayo comete con alumnos, para luego ese mismo material subirlo a Pornomotora, su página anónima e infraganti. Cuando tienen suficiente documentación para denunciarlo, Fina Baux lleva copias -y no las originales- de las pruebas para hundir a Bayo y salvar a Wayo. La policía va con Fina a la casa. Bayo se va a la misma casa vecina, donde la abuela de Fina Baux, Marlene Ibarbourou, grita y le echa el agua bendita de sus santos adorados. Ante esto, Bayo queda cegado y aún así se pone a pelear con Wayo, quien al final gana. Bayo en un momento piensa que se lo van a llevar preso a su hermano Wayo, pero la policía dice que el retrato registrado es el de él. Así que se lo llevan y, como hay tantas víctimas violadas, Bayo es mandado para que muera en la horca. Antes de que muera, Wayo se acerca a su hermano Bayo, quien estaba con los ojos vendados y en el oído le susurra que se operó el rostro para que ya no lo confundieran con él, lo metieran preso y lo matarán finalmente para hacer justicia y vengar la muerte de Beida, su madre. Bayo llora de impotencia y enseguida lo ahorcan. Luego, queman su cuerpo para que nadie lo reviva nunca. Fina Baux y Wayo Bausch se casan, tienen hijos y viven felices junto con la abuela Marlene Ibarbourou, quien cuenta cuentos como este cada noche antes de que todos se vayan a dormir. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.   



Bálsamo Católico con Padre Carlos Rosell sobre la Virgen de la Merced

sábado, 16 de septiembre de 2017

Leandro Alem

Creado y escrito íntegramente por Freddie Armando Romero Paredes. Todo comenzó cuando Maruca Arbenz se casó con Leo Alem, un militar argentino, quien tenía como carta de presentación el haber luchado por la democratización de las instituciones estatales en la guerra de secesión de su país. El caso es que en pleno conflicto desapareció sin dejar rastro y dejándole como compañía al pequeño de 3 años que procrearon juntos y al que le pusieron de nombre Leandro Alem. Después del penoso episodio, Maruca quiso ser monja y consagrar su vida a Dios. En el proceso de discernimiento, Maruca conoce a Genaro Antequera, quien era claun de oficio y que estaba discerniendo para ser sodálite consagrado, lo cual al final cambia y opta por ser Familia Nazareth junto con Maruca y el pequeño Leandro Alem Arbenz. Lo malo es que durante el discernimiento malograron a Genaro, volviéndolo un ser hipócrita, morboso, mañoso, sumiso y con una profunda y continua crisis emocional y existencial. Es por eso que durante la convivencia de Maruca, Leandro y Genaro, el pequeño Leandro lo miraba con duda y mantenía cierta distancia porque no confiaba enteramente y más bien prefería a su mamá de toda la vida que a una persona como el que recién había aparecido. Maruca pensó que había que darle tiempo al tiempo. Hasta que un día Genaro Antequera le dice a Maruca Arbenz que ya era hora que el pequeño Leandro se bañe con su papá en la ducha. Es entonces que Genaro en pleno baño se convierte en un degenerado y empieza a pasarle el jabón por el cuerpo. Cuando está por sobrepasarse con la lavasa y espuma del jabón y shampoo en sus partes íntimas, el niño de 6 años sale y corre de la ducha a su habitación; y, Genaro, como está gordo, se resbala y cae afuera de la ducha. Leandro, desde ese momento, se promete a si mismo no volver a confiar más en su padrastro. Cuando Leandro participa en las Olimpiadas Escolares, llega a tener un accidente que pone en riesgo su vida. Y es que a Leandro le falta una transfusión de sangre y nadie en la familia tiene ese tipo de sangre. Es entonces que los enfermeros del Hospital Militar Central hablan con el director del centro de salud, quien es Leo Alem que por una cuestión de estrategia militar había escapado del campo de batalla para dar el contraataque al bando enemigo y quien de inmediato ordena que lo den por muerto y lo reemplacen por otro cuerpo. Leo se da cuenta que es necesario hacer eso, ya que Genaro Antequera de nuevo le iba hacer daño. Cuando Maruca Arbenz está conduciendo su auto rumbo al hospital, se entera que su hijo está muerto, lo cual le afecta y le provoca un derrame cerebral en pleno trayecto al hospital. Tal es así que la deja postrada en una silla de ruedas sin poder hablar. Genaro cobra el seguro y a Maruca la manda a un albergue. Luego, Genaro Antequera se consagra como sodálite consagrado y entra a trabajar en el Seminario de Santo Toribio de Mogrovejo. Mientras tanto, Leo Alem le cambia de nombre a Leandro y le pone Filiberto Freire. Luego lo manda a estudiar al colegio del ejército Tnt Crnl Pedro Ruiz Gallo. Cuando ya es joven, Filiberto piensa que su vocación es el sacerdocio y es entonces que Filipo, ante Leo Alem, lo manda a estudiar al Seminario de Santo Toribio de Mogrovejo con la promesa de que sea el futuro obispo castrense del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Allí en el seminario se encontrará nuevamente con Genaro Antequera, quien ya está viejo y es instructor de los seminaristas. Y es allí que comenzará la tensión. La cuestión es que el sodálite Genaro Antequera no lo reconoció ni recordaba dónde lo había visto a Filiberto Freire, quien tampoco lo reconoció por haber perdido la memoria por el golpe del accidente de las Olimpiadas Escolares pasadas. Lo que si pasaba es que el nombre de Genaro Antequera le sonaba al joven Freire. Pero no le dio importancia a esos detalles y se enfocó en sus estudios eclesiásticos. Al principio todo iba bien y en paz, pero después Filiberto se da cuenta que Genaro mandaba a llamar a uno por uno a su despacho para que fuera su conserje en las actividades del seminario. Extrañamente ya no volvían al espacio designado por los superiores. Hasta que le tocó el turno a Filiberto Freire, quien dijo que si ellos no lo pudieron hacer como Dios manda, él lo iba a hacer. A lo que también añadió que muchos son los llamados, pocos los elegidos. Como había sido educado en colegio militar, Filiberto siempre mostró disciplina. Esto le agradó a Genaro, a quien se le ocurrió darle unas monedas para que compre sus útiles y materiales para el seminario. Más adelante, Genaro le pidió que lo ayude con la redacción del boletín porque Filiberto tenía muy buena letra, ortografía, caligrafía y gramática. Después, lo invito al cine a ver una de las tantas películas de lucha contra la adversidad, religiosidad e historia bíblica. Ya en el cine, Genaro le puso la mano en el hombro y Filiberto se molestó tanto, que a tal punto le dijo que respete el hábito y el público presente. Ante esto, Genaro se molestó y lo encerró en un cuarto oscuro para que se encomiende a Dios si es que no quería pasarla mal la próxima vez. Filiberto oró tanto y con tanta devoción toda la madrugada y en plena oscuridad que la luna iluminó los cables pelados de la corriente de luz, a los cuales unió produciendo luz al principio, lo cual permitió que con una fuerza inirrepetible abriera la puerta y saliera sano y salvo para correr a despertar y alistar para el escape a los seminaristas que aún quedaban, para así, de esta manera, salvarlos de Genaro Antequera, el sodálite degenerado y antipático que hacía daño y se aprovechaba de los que querían servir a Dios, Jesús y la Virgen María. Cuando Genaro fue a ver cómo había escapado Filiberto, los cables hicieron corto circuito, explosionaron y tumbaron al mismo Genaro, ocasionándole quemaduras. Cuando estaba por salir, a Filiberto le cae una viga de madera, dejándolo inconsciente. Iracundo y lleno de emociones malsanas, Genaro corre y busca por todas partes a Filiberto, a quien encuentra levantándose, cojeando y dándose cuenta que los seminaristas se habían salvado. Cuando Filiberto lo ve a Genaro, recuerda que su verdadero nombre es Leandro Alem y que Genaro había intentado abusar de él cuando tenía 6 años. En eso Leandro Alem o Filiberto Freire reza el rosario y de las llamas sale una señora de fuego coronada con estrellas en la cabeza, quien lanza la serpiente que pisa al cuello de Genaro, quien se calcina de inmediato viendo cómo la Virgen Luminosa vuela como el humo con las almas de los jóvenes seminaristas muertos. Los bomberos llegan y apagan el siniestro. Filiberto Freire va dónde su padre Filipo y le reprocha que él no le haya contado que ellos en realidad son Leandro Alem Arbenz y Leo Alem. Es entonces que su padre le cuenta toda la verdad. Alejado de la vida sacerdotal, Leandro Alem Arbenz se casa con Filomena Miller, una ex-fraterna del Sodalicio de Vida Cristiana que nunca se consagró como religiosa gracias a la intervención carnal y mundana del mismo Leandro, por lo civil y lo católico. A la boda asiste en silla de ruedas Maruca Arbenz, quien le pide perdón por todo el daño que le hizo a su hijo. Es así cómo inician una nueva vida Leandro, Filomena, Leo y Maruca en silla de ruedas. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.




domingo, 3 de septiembre de 2017

Si fastidian a la iglesia católica, aquí está la solución

Carta Abierta
Buenas noches Padre Carlos Rosell, Rector de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima y Párroco de la Iglesia Católica Cristo Sacerdote:
Si le hablan a la mente, si le hacen sentir frío, si le provocan picazón, si le ponen fijaciones e ideas recurrentes, si le provocan dolor en el miembro viril y en el trasero...Recé mañana, tarde y noche el santo rosario con las letanías de Corazón Doloroso Inmaculado de María, Padre Eterno te ofrezco el cuerpo y la sangre de tu amadísimo hijo Nuestro Señor Jesucristo y María Desatanudos y verá que se le caen todos los calenjos, pesos y piedras colocados en el cuerpo. Asimismo, cuando se bañe, enjabonese y enjuaguese en una primera vez en cada parte del cuerpo rezando el Padre Nuestro para luego enjabonarse y enjuagarse en una segunda vez en cada parte del cuerpo rezando el Dios te salve Marìa para despuès secarse con una toalla limpia secada al sol. Y así como se lo digo a usted, hágaselo saber a todos los claretianos, salesianos, combonianos, sodalites, diocesanos, opus dei y todas las órdenes eclesiales del Perú y del mundo.
Saludos.
Freddie Armando Romero Paredes.
La Mejor Idea de Twitter

Bálsamo Católico con Padre Carlos Rosell sobre qué significa tomar tu cruz

Garabatismo: Un solo trazo, puro melodrama mexicano

Por Freddie Armando Romero Paredes. "No es Picasso, es Romero".

























Garabatismo: Un solo trazo, pura sensibilidad musical

Por Freddie Armando Romero Paredes. "No es un Picasso, es un Romero".