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sábado, 17 de agosto de 2019

Niños sin ideología ni apología

Escrito por Freddie Armando Romero Paredes. Este domingo 18 de agosto se celebra el Día del Niño. Yo, a mis 33 primaveras, puedo decir que pasé una niñez bonita al margen de la toma de la embajada de Japón de Morihisa Aoki por el grupo subversivo MRTA en 1997 y los apagones de Sendero Luminoso en 1990 porque la diferencia la marcaba la unión de mi familia y la educación de calidad que estaba exenta de una currícula corrosiva, morbosa y abusiva como la ideología de género que hoy viven los niños del Perú y por la que hoy luchan infatigables los padres del mañana con la ayuda acertada del colectivo Con Mis Hijos No Te Metas. Es cierto que los niños por su edad y su escaso conocimiento y madurez no saben discernir; pero, también es muy cierto que estamos los mayores de edad que tenemos experiencia y sabemos que lo que hacemos hoy por ellos rendirá fruto en abundancia y dará continuidad a la tradición y costumbre de buenas formas y patrones familiares que el Perú mismo ha tenido desde tiempos memorables. Una tradición que permite que las aulas de los colegios estén llenas y no vacías como en varios colegios de Europa. Porque la tasa de natalidad nos sobra y tenemos para regalar. Y es que la ideología de género va más allá de lo permitido sanamente, daña la susceptibilidad y sensibilidad, fuerza y corrompe la conducta, confunde el razonamiento, manipula la autenticidad y la forma natural y sencilla del ser humano y al final daña la sociedad en grandes proporciones. Porque a la fuerza no se soluciona nada. Y porque los niños prefieren los cuentos clásicos de los hermanos Grimm o las fábulas de Esopo y no historias alucinadas, retorcidas y fueras de foco que solamente los marcianos lo pueden entender. Por eso, cuentos de ultratumba a otra parte.