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lunes, 25 de septiembre de 2017

Wayo Bausch

Creado y escrito íntegramente por Freddie Armando Romero Paredes. Wayo y Bayo eran dos hermanos gemelos que a pesar de ser iguales, eran distintos en maneras de pensar y de vestir. Wayo era catedrático en una universidad de la capital y Bayo era banal, bohemio, borracho y rockero. Beida, la madre, estaba orgullosa de Wayo y preocupada por lo que Bayo pudiera hacer. Y tenía razón porque una madre no se equivoca. Tal es así que un día Bayo necesitaba dinero y sabía que a Wayo le iban a pagar el aguinaldo. Es así que Bayo se viste, peina y arregla como Wayo. Bayo cobra el cheque y va a la casa. Beida lo ve y le dice que necesita el dinero para las compras del mercado y para hacer arreglos a la casa. Bayo no le quiere entregar el dinero y luego se le escapa la verdad diciendo que ese dinero le costó trabajo robárselo. Beida se acuerda que ya era tiempo de que a su hijo Wayo le dieran su pago por el trabajo realizado en la universidad, se hace la desentendida y desde una esquina de la casa habla por teléfono a la policía. Bayo se da cuenta y el jarrón de la mesita se lo rompe en la cabeza a su madre viuda. Cuando se da cuenta en realidad de lo que ha hecho y de la magnitud del asunto, Bayo huye de la casa por unos momentos. Wayo entra y encuentra a su madre muerta. En eso llega la policía y Wayo huye de la casa por la azotea pasando a la casa del costado, donde encuentra a Fina Baux de Bouches, una joven viuda que perdió a su esposo en una de las guerras mundiales y que ahora prefería olvidarlo para no ponerse triste. El único consuelo era su abuela, a la que tenía que cuidar, cambiar el pañal cuando se hacía la deposición, bañar y dar de comer. Cuando Wayo se metió a su casa, Fina Baux iba a llamar a la policía, pero de inmediato lo reconoció y se preocupó por él, pues él era su vecino de toda la vida. Wayo le dijo y explicó que necesitaba de su ayuda para demostrar su inocencia. Es por eso que Wayo se queda a vivir en la casa y llega a enamorarse de Fina. Wayo decide poner en marcha sus planes y es así que crea una cuenta de Twitter llamada Radio Bayo, donde contará todo lo que sabe de su hermano Bayo desde que nació, publicando fotos de los álbumes que se llevó, publicando lo que salía de la interceptación de los IPs y los aparatos electrónicos. Viéndose descubierto en la universidad ante las autoridades académicas, Bayo decide dar clases en su domicilio, haciéndose pasar como su hermano Wayo. Y como el nombre de Wayo tiene prestigio, los padres mandan a sus muchachos donde el profesor. Lo que no saben es que el profesor Bayo se aprovecha de la situación, los emborracha, los dopa, los pepea y los mismos muchachos terminan siendo ultrajados estando dormidos. Cuando se despiertan, Bayo se ríe y les dice que se quedaron dormidos, que es suficiente por hoy y que deben irse a descansar y repasar para el día de mañana, no sin antes tomarse una foto con el profesor que les enseña. Tan vil es que ha colocado cámaras en la casa para filmar los actos obscenos, mañosos y morbosos que el propio Bayo comete con alumnos, para luego ese mismo material subirlo a Pornomotora, su página anónima e infraganti. Cuando tienen suficiente documentación para denunciarlo, Fina Baux lleva copias -y no las originales- de las pruebas para hundir a Bayo y salvar a Wayo. La policía va con Fina a la casa. Bayo se va a la misma casa vecina, donde la abuela de Fina Baux, Marlene Ibarbourou, grita y le echa el agua bendita de sus santos adorados. Ante esto, Bayo queda cegado y aún así se pone a pelear con Wayo, quien al final gana. Bayo en un momento piensa que se lo van a llevar preso a su hermano Wayo, pero la policía dice que el retrato registrado es el de él. Así que se lo llevan y, como hay tantas víctimas violadas, Bayo es mandado para que muera en la horca. Antes de que muera, Wayo se acerca a su hermano Bayo, quien estaba con los ojos vendados y en el oído le susurra que se operó el rostro para que ya no lo confundieran con él, lo metieran preso y lo matarán finalmente para hacer justicia y vengar la muerte de Beida, su madre. Bayo llora de impotencia y enseguida lo ahorcan. Luego, queman su cuerpo para que nadie lo reviva nunca. Fina Baux y Wayo Bausch se casan, tienen hijos y viven felices junto con la abuela Marlene Ibarbourou, quien cuenta cuentos como este cada noche antes de que todos se vayan a dormir. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.   



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