Creado y escrito íntegramente por Freddie Armando Romero. Walter Wallenstein era un estudiante pobre en Lubeck que compartía lecciones con Dora Desseau y Nora Desseau con el permiso de Sonya Zinoviev de Desseau. Tanto Dora como Nora se estaban enamorando de Walter, quien solo tenía ojos para Dora porque la misma Dora le enseñaba con paciencia las matemáticas que el propio Walter no llegaba a entender. Es entonces que Dora Desseau y Walter Wallenstein se casan; pero, Walter Wallenstein no podía tener hijos por tener un mal congénito desde su nacimiento. Es entonces que se somete a la clonación, lo cual le ocasiona un desgaste celular. Es así que Dora Desseau tiene un hijo de Walter Wallenstein al que le pondrá el mismo nombre de su padre, quien, cansado por el tratamiento, muere días después. Nora también se casó; pero, con un viejo que a los pocos años se murió. Esos pocos años fueron suficientes para mantenerla calmada y tranquila a Nora y para que su hija Dedeé Dollfuss y su primo Walter Wallenstein se hicieran mucho más que entrañables amigos. A la muerte de su esposo Eugene Dollfuss, Nora Desseau de Dollfuss se fue fijando poco a poco en su sobrino Walter como si su padre Walter Magnus Wallenstein estuviera presente. Lo que ella no consiguió siendo joven, ahora su hija lo había conseguido. Es por eso que a la muerte de Sonya, la madre de las dos hermanas Desseau, Nora se arriesga y prepara un plan para quedarse con la tutela de Walter. Viendo que Dedeé y Walter fueron al baño y estaba su hermana Dora y ella, Nora aprovecha un descuido y empuja a las vías del tren a Dora, quien muere al instante. Walter vio el crimen cuando estaba yendo al paradero y Dedeé se quedó atrás en el baño maquillándose para estar presentable. Es entonces que Walter se va corriendo y llorando, trata de que no lo alcance su tía y sube al vagón más próximo y así se va en el tren sin rumbo definido. En la estación se queda Nora con la rabia por dentro y Dedeé con tristeza porque piensa que Walter y su madre se han marchado sin ellos para hacer una nueva vida. Pasan los años, Nora es una señora un poco mayor y Dedeé es una señorita muy bella; pero, con baja autoestima que no sabe qué tan valiosa para la familia y la sociedad puede ser. Es entonces que llega un joven con bigote muy servicial y guapo de nombre Waldo Conlledo, quien postula para el puesto de chofer de la casa. Al principio, Nora Desseau desconfía y se niega a darle el trabajo porque su intuición le dice que Waldo es Walter Wallenstein que ha regresado para vengarse. Pero Waldo Conlledo le habla en perfecto español madrileño y le enseña sus papeles en regla y las dudas desaparecen, y más si tiene muy buenas referencias. De inmediato, Waldo se encarga de llevar a la universidad a la joven Dedeé, a la que enseña a ser más independiente y a quererse más como persona. Esto no le agrada a Nora porque no quiere que su hija le haga la competencia y porque si su hija tiene alas, puede atreverse a muchas cosas y volar alto. Y es entonces que manda a unos delincuentes a que roben el carro y golpeen a Waldo, a quien después la policía acusa de mentir, de irse a emborrachar y fingir un asalto. Waldo es detenido por unos días, pero después sale porque necesitan hombres para luchar en la Guerra Civil Española. Gana el General Franco, quien premia a Waldo por su participación y lo envía a Rusia, donde es becado y se cambia de nombre a Wacko Zukov, quitándose el bigote y dejando el cabello ni muy largo ni muy corto, como todo un académico, letrado y cuidadoso con su aseo. Ahí Wacko se entera que Dedeé Dollfuss se va a casar con Andrew Dalhousie, un conde en la ruina que, viendo que la hija no le hace caso, enamora a la madre y le saca dinero con cuentos y mentiras. Es entonces que Dedeé y Wacko, quienes desarrollaban un proyecto, se esconden en el despacho y ven con sus propios ojos lo que Dedeé se negaba a creer. Es entonces que, después de que Nora Desseau y Andrew Dalhousie se van del estudio, Dedeé recoge el testamento de su padre, le escribe una carta a su madre y su prometido Andrew y con una muda de ropa se fuga con Wacko Zukov con destino a América del Sur, la tierra del Inca. Andrew, al ver que Nora Desseau no tiene nada de dinero, se marcha; pero, llegando a la puerta lo mata. Es así que Nora termina en la cárcel por asesinato, lo cual dura muy poco, ya que las huestes de Stalin la sacan y le disparan en el paredón bajo la consigna de eliminar los títulos nobiliarios y establecer y consolidar el comunismo en toda la nación. Mientras tanto, Wacko Zukov y Dedeé Desseau viven una tempestad durante el viaje. Tal es así que los dos terminan lesionados en la cabeza. Cuando despiertan, Dedeé se acuerda y le llama Walter Wallenstein a Wacko, quien le cuenta toda la verdad para vivir una vida en paz con el hijo que viene en camino, a quien no se sabe si se llamará Walter, Waldo o Wacko, lo cual no importa porque ya sabe ella que se llame como se llame siempre será el amor de su vida. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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jueves, 24 de agosto de 2017
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