Escrito por Freddie Armando Romero Paredes. De la unión de dos ángeles con los nombres Gabriel y Charmeine nació Qapaq. En el momento de su nacimiento sus padres quedaron sorprendidos, porque en un principio creían que nacería un ángel, lo cual no fue así porque nació un pelícano. Su madre, el ángel Charmeine, le cantaba mientras que le enseñaba varias cosas acerca del rol de un ángel. Un día Qapaq se perdió al perder el equilibrio y la coordinación motora de sus alas y caerse de una nube. Después de que Qapaq desapareció del reino de los cielos de Dios, su madre Charmeine entonó con todos los tipos de pájaros melodías de tristeza y el cielo se volvió gris. Qapaq cayó en manos del pescador Gotzon, con quien se dedicó a la pesca, poniendo en evidencia a los peces para que fueran de inmediato cazados, subidos a la embarcación y vendidos a las pescaderías de los mercados más próximos. Hasta que un día hubo una pandemia que mató al pescador Gotzon e hizo que Qapaq se quedara solo. Tanto fue su lamento y su tristeza que Charmeine desde el cielo pidió a los peces que perdonasen a Qapaq y lo ayuden a salir adelante. Durante esa pandemia no había nada que comer, la gente se enfermaba y se moría de hambre. Hasta que un día el pez de nombre Ícaro notó que del cuerpo de Qapaq salían varios líquidos y jugos que tenían distintos efectos y sabores. Un líquido era cremoso, otro era espumoso y el tercero era dulce y rojo. Un día los peces enfermos por la pandemia probaron la combinación de los tres líquidos y se dieron cuenta que esa combinación era la cura a la pandemia. Tal es así que desde ese momento Qapaq haciendo varios agujeros en el pecho con el pico hizo drenar la combinación del preparado para ponerla en pequeños frascos que se vendían a un céntimo en todos los mercados de la nación. Hasta que un empresario que tenía una industria multinacional se interesó por Qapaq y lo fichó. Lo malo es que el empresario, en vez de respetar el drenaje y el fluido artesanal y rústico, pretendió llenarlo de conservantes y otras sustancias transgénicas que gracias a Dios no le hicieron daño a Qapaq, pero inundaron la fábrica ahogando al empresario en su oficina y salvando a Qapaq del yugo y la explotación. Después de inundarse la fábrica y morir el empresario con sus trabajadores y matones, Qapaq limpió la fábrica y la relanzó junto con el pez Ícaro como una fábrica simbolo de la industria artesanal con los más altos estándares de calidad que aprovechaba los líquidos y los jugos de Qapaq para producir jarabes, sueros, refrescos, licores y lacteos que toda la nación consumía a precio módico y asequible. Una vez consolidada la fábrica, Qapaq se encargó de hacer las coordinaciones para reencontrarse con sus padres, los ángeles Gabriel y Charmeine, para que una vez teniéndolos cerca hablara del hecho de haber encontrado su lugar en este mundo y la misión con el plan que Dios le tenía preparado. Después de eso, Qapaq se casa con Allinta, quien queda en cinta y tienen muchos más pelícanos con esas bondades y dones que se pueden aprovechar y Charmeine canta de nuevo melodías alegres que devuelven al cielo sus colores pasteles y luminosos. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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