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sábado, 17 de diciembre de 2016

Jorge Díaz León, el Macho Salvaje

Escrita por Freddie Armando Romero. La historia comienza cuando se funda el Partido Acción Popular y se encarga a dos profesionales en filosofía, letras y ciencias sociales la creación de una ideología que sea capaz de generar identificación en la población y promover una cultura nacionalista, revolucionaria y democrática que se diferencie de las propuestas que tengan otros partidos. Estos dos profesionales eran Jorge Díaz León y Marat Mireauq. A Jorge Díaz León le decían “El Macho Salvaje”, pues, en esa época de efervescencia política y de romanticismo entre la persona y el terruño que lo vio nacer, surgen dos bandos: los coyotes, quienes eran los acciopopulistas y los búfalos, quienes eran los apristas, los cuales en cualquier momento y en cualquier lugar se disputaban las plazas, plazoletas, parques y tribunas para sus manifestaciones y concentraciones populares que se llevaban a cabo con tal de captar adeptos a su causa e inscribirlos en el respectivo partido. El APRA eran las siglas de Alianza Popular Revolucionaria de América, el cual tenía su ideología que se titulaba “Espacio – Tiempo Histórico”, una miscelanea de ideas, las cuales los apristas no saben explicar y se enredan en su propio laberinto. Y es en uno de los tantos encuentros que Jorge Díaz persigue a los apristas hasta su local en la Avenida Alfonso Ugarte. No contento con eso, se mete por la ventana al local partidario y estando adentro les empieza a dar su merecido. Paralelamente, Jorge Díaz se dedica a escribir la ideología basada en el Imperio de los Incas, de la cual salían notas, apuntes, precisiones y conclusiones de carácter revolucionario y muy avanzados para su época. Cabe destacar que Marat Mireauq también colaboraba en demasía; pero, a Marat no se le ocurrían párrafos exquisitamente elaborados, llenos de ese compromiso patrio, de un deber cívico – patriótico, de esa impetuosa necesidad de reivindicar a todos los pobladores del antiguo Perú sin distinción alguna, de un anhelo en el que todos los ciudadanos aprovechen y disfruten por igual de la gran riqueza tangible e intangible a lo largo de todos los ecosistemas que habían dentro del país, de un deseo de saldar una deuda con los indígenas, negros, culíes y razas oprimidas, la cual se arrastraba desde la emancipación, de un despertar libertario que no diera la espalda al interior del país, sino que incluyera a cada poblado, villorrío, señorío, caserío, aldea, comunidad, asentamiento humano, pueblo joven, barriada, callejón y, por ende, tomara en cuenta a los pueblos autóctonos, salvajes y aborígenes de todo el territorio nacional como los ashaninkas, aguarunas, machiguengas, shipibos, conibos, boras, chachapoyas, quechuas, aymaras, chancas, huancas, nazcas, waris. Jorge Díaz León se acelera y finalmente completa la ideología de Acción Popular, la cual Marat Mireauq no logra entender del todo bien porque son ideas sacadas de los pelos, nunca antes vistas, que pueden ser no del todo aceptadas por la población del país, principalmente Lima, el departamento donde se concentraba la mayor cantidad de ciudadanos e inmigrantes y donde aún existían reticencias, tabúes, complejos, mentes cerradas y miradas por encima del hombro a los provincianos. Es entonces que Jorge Díaz le explica a Marat Mireauq la ideología para que desde ese momento Mireauq repitiera en cada entrevista lo mismo que le había explicado Díaz y para que el mismo Díaz, muy por el contrario, se explayara, se extendiera y añada más cosas y puntos interesantes a la doctrina que habían preparado. Llega el momento en que a Mireauq no le gusta el papel preponderante y los trending topics que genera Díaz en los medios y en el escenario político. Así que Marat piensa en alguna manera para sacarlo del camino para que todo quede libre para su postulación a la presidencia del Perú o a algún cargo de trascendencia política. Tal es así que Mireauq se acuerda que Díaz puso el foro oficial del Partido Acción Popular en automático para que pasarán todos los mensajes sin tener filtro de por medio y así se pueda lograr una comunicación más rápida y eficaz. Y cómo Díaz tiene el foro en automático, cualquier mensaje puede entrar; entonces, Mireauq se le ocurre crear un troll que mande un email insultando y humillando a la Presidencia Fundacional y a la Secretaría Nacional del Partido. Lo manda y enseguida el Comité de Disciplina sanciona drásticamente a Díaz, a quien le parece injusto porque él no mandó el correo, sino un simpatizante. Díaz queda habilitado políticamente de nuevo, lo cual le genera cólera a Mireauq, quien otra vez siembra la cizaña haciéndose pasar por un anciano que le dice que cree que por ser el ideologo y fundador lo va a tratar mal se ha equivocado. Es entonces que Jorge recibe otra llamada de atención, lo cual hace que Mireauq se ría a carcajadas. No pasan ni tres meses cuando difunde una foto comprometedora de Jorge en un bar al lado de una dama de compañía que lo abraza apasionadamente y, luego, el anecdótico detalle de que Díaz la había embarazado. Recibida y propalada la noticia, Díaz se defiende incansablemente hasta la saciedad sin poder lograr su objetivo. Como Jorge Díaz se niega a aceptar su responsabilidad y a ponerle nombre y apellido al niño, Díaz entra en un grave y riguroso proceso de disciplina. Durante el proceso, Díaz se hace la prueba de paternidad, la cual es cambiada en su contra por el mismo Mireauq que paga una fuerte cantidad de dinero por el favorcito. El Presidente Fernando Belaunde Terry en aquel entonces le dice a Jorge Díaz que no se preocupe más, pues él cree que es inocente por todos los años que ha demostrado serlo. Tal es así que le propone que el Servicio de Inteligencia Nacional se encargue de rastrear los tres correos que se crearon para calumniarlo, difamarlo y atentar contra el honor de su esposa e hijos. Es ahí que tanto Belaunde como Díaz se llegan a enterar que el verdadero responsable era Mireauq; pero, lo que más sorprendía es que los correos no los haya mandado desde su computadora, sino de una cabina de internet cercana a su casa, de la casa de un correligionario, a quien le pidió computadora para ver falsamente los clasificados en internet, cuando en realidad lo que quería era mandar el correo malicioso desde esa computadora; y, por último, de la computadora de un club social, a la que pidió en realidad el baño para orinar; pero, aprovechó la soledad y ausencia para usar la computadora del recinto en cuestión de minutos. Las pruebas eran las cámaras de video ubicadas en la cabina de internet, en la portería y en el poste de la calle, donde vive su amigo y en el club, donde no había web cam ni tampoco cámara en una esquina de la pared, sino más bien en la pantalla de la computadora. De igual modo, estaban los testimonios del encargado de la cabina de internet, del portero y del botones del club social. Lo grave, fastidioso e imperiosamente urgente era encontrar la manera de curar y digitalizar a un formato más moderno y actual el video de VHS de la cabina de internet, pues estaba rayado y maltratado; la forma de localizar al portero que había renunciado por presión y coima de Mireauq, robándose el video del almacén del edificio y la de convencer a un alcalde corrupto opositor, detenido en Estados Unidos de América por tráfico de dinero, quien se negaba a entregar el video del poste de luz mediante un trámite burocrático demasiado extenso y engorroso; y, el modo de que se salve el botones con un exhaustivo lavado estomacal después de que el perverso de Mireauq le regalara una botella de gaseosa con veneno en gratitud por haberle permitido usar el baño del edificio institucional. Gracias a Dios, todo va viento en popa y el Servicio de Inteligencia Nacional logra su cometido satisfactoriamente. Mientras que Mireauq se ve acorralado, Díaz se vuelve a hacer una prueba de ADN, la cual esta vez si afirma que a Jorge no lo ataba ningún lazo de consanguinidad con el bebe de la mujer que apareció para endosarle la manutención de dicho hijo. Teniendo en cuenta que la verdad había sido descubierta y que a Marat Mireauq no le quedaba escapatoria, el Partido Acción Popular decide expulsar a Mireauq y, al mismo tiempo, Fernando Belaunde Terry le entrega la Orden del Sol en el Grado de Gran Cruz por la ideología del Partido Acción Popular y su contribución a la promoción de la educación y cultura como gran amauta que es. Cabe destacar que, en vida, Jorge Díaz León ganó el Premio Jerusalem de Periodismo (2ª lugar) de la Comunidad Judía, entre otros premios.

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