Escrito íntegramente por Freddie Armando Romero Paredes. Almanzo Almagro es un policía de turismo que siempre está con uniforme blanco, listo para patrullar y vigilar museos de sitio, huacas, galerías y casonas históricas que guardan, conservan y exhiben piezas de colección y reliquias valiosas que forman parte del patrimonio nacional. De igual modo, lucha contra el contrabando de objetos museísticos y patrimoniales que son codiciados por huaqueros, traficantes de arte y delincuentes del patrimonio, quienes están al acecho para apropiarse de lo que no les corresponde y de lo que le pertenece a toda una nación que tiene derecho a ver, conservar, cultivar y compartir la cultura y la historia del país al que pertenece uno como ciudadano. Siempre anda con Alma, un lapicero mágico con carcasa de color blanco que tiene muchos colores para cambiar y usar al momento de escribir; pero, que, al mismo tiempo, cada uno de los colores con los que escribe tiene una propiedad que lo hace único y que es de gran ayuda para cada misión que Almanzo Almagro emprende y realiza con éxito para bien de la nación y de todos sus habitantes. El botón de la tinta azul del lapicero permite a Almanzo Almagro activar el dispositivo para que Alma pase de ser un lapicero a un cohete que viaje, vuele por el espacio y persiga a los marcianos que intentan por todos los medios recuperar una parte del patrimonio después de que los ancestros de los marcianos tuvieran colaboración y participación en la construcción y edificación de los monumentos de la humanidad y la elaboración de artesanías de la industria cultural de aquel entonces. El jerarca de los aliens de nombre Mel Ali nunca se cansará de visitar el planeta Tierra con sus hombres para recuperar lo que le pertenece a los pueblos de cada planeta, pues piensa que los ancestros de los marcianos fueron débiles al prestar su fuerza y mano de obra para los monumentos en vez de conquistar y dominar todas las culturas y civilizaciones del planeta Tierra. Mel Ali piensa también que el motivo de la debilidad de su raza alienígena fue el latir de una pasión con mucho frenesí. Con respecto al botón de la tinta de color rojo, esta permite que Almanzo Almagro descienda a las capas freáticas para perseguir y capturar a los huaqueros que se las ingenian para extraer los fardos funerarios y robar los objetos de oro y plata que hay en cada tumba ancestral. Justamente, los huaqueros tienen escondites, donde conviven con muchos más huaqueros, abasteciéndose del agua de las capas freáticas del sub suelo. Es por eso que el botón de la tinta roja de Alma acciona un mecanismo que perfora y taladra el suelo hasta llegar al sub mundo, donde están las guaridas de los huaqueros con todo lo sustraído a una tumba milenaria. El jefe de los huaqueros de nombre Jeffrey Fletcher siempre está al tanto de cada movimiento alevoso de cualquier integrante de su banda de huaqueros y de la presencia repentina de un rival como Almanzo Almagro, policía de turismo. Los huaqueros siempre tratan de tenerlo todo coordinado, pues en caso de fuga se las ingenian para escapar por los buzones y las tapas de las alcantarillas y desagüe. Con relación al botón de la tinta de color verde, esta permite que el lapicero de Alma se convierta en una semilla que permita subir a Almanzo Almagro al cielo escalando por la enredadera de plantas que crece de manera rápida para alcanzar y atrapar a los delincuentes patrimoniales. O también tiene la alternativa de apretar el botón de la tinta de color negro para que Alma se convierta en un unicornio negro alado que vuele por los aires para perseguir los aviones de los traficantes culturales y ladrones de arte. Paralelamente, en plena pelea, Almanzo Almagro desarma el lapicero para quedarse con las puntas de todas las tintas que pueden convertirse en una metralleta de tintas líquidas o puede transformarse en una espada de acero inoxidable, donde la punta del lapicero hiera al enemigo. Asimismo, con la imposición de sus manos tiene la habilidad de calcular la fecha a las reliquias y vestigios de la antigüedad, como también ver las sombras a color y oír las voces y el sonido que arroja y transmite el monumento arqueológico y los objetos más preciados en exposición o en disputa. Más aún, es diestro y sabe muy bien cómo funciona la psicología de la letra al analizar cómo es la persona si su letra es grande, gorda, pequeña, delgada, clásica, ligada, script, legible o ininteligible. También sabe qué es y cómo ayuda la numerología, la fotomancia, el desarrollo de un calendario nasca y la dirección y fuerza de los rayos de sol en un intihuatana como el de Cusco, Pisac, Ayacucho, Huancayo, etc. Además, sabe lenguas de las culturas de Medio Oriente, de las civilizaciones precolombinas y de los pueblos bárbaros de Europa. Trabaja con el departamento internacional de turismo y patrimonio de la Interpol. De esta manera comienzan las aventuras de Almanzo Almagro, el policía de turismo al rescate del bien patrimonial de toda la humanidad; y, Alma, un lapicero con espíritu que le hace justicia a nuestros antepasados que construyeron varias civilizaciones y forjaron nuestro origen, cultura, tradición y costumbre para el futuro de nuestros descendientes y las futuras generaciones.
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