Carta a un joven aspiracional

Por Freddie Armando Romero Paredes. Yo quiero ser profesional universitario titulado de verdad. Solamente puedo decir que lo vamos a lograr. Solo es cuestión de luchar, esforzarse, sacrificarse, aprender a ceder algo para tener algo a cambio (no necesariamente tu dignidad y tu integridad tiene que ser negociada o vendida, basta con que pongas al servicio de los demás tus dones y talentos sanamente), aferrarse a una motivación, a una inspiración y a nuestro credo con convicción. Es una certeza de que si rezas todos los días un rosario Dios te oye y Dios mismo mueve los hilos del destino para que se te abran puertas, ventanas y caminos. Y cuando eso ocurre no necesariamente tienes que tener todo arreglado porque simplemente basta con una buena actitud y un si contundente que responda con asertividad y empatía a una proposición franca y sincera que busque el bienestar por igual, equitativamente y en partes iguales. A más oración y rezo, más seguridad y garantía de que tus planes se van a cumplir. Y se van a cumplir porque seas muy bueno en lo hagas y demuestres nobleza y buenos sentimientos para los demás. A más sana bondad de tu parte, más puntos a favor para que Dios te premie y todos tus sueños se cumplan. Al final verás que Dios te mira con buenos ojos, tendrás el cielo ganado, tendrás el cariño de la gente, tendrás el apoyo de tu familia y serás un referente en el mundo entero. Invierte en asuntos productivos y sanos tu tiempo y tu dinero que te hagan crecer como persona y verás buenos resultados. Marca distancia y diferenciate de las malas influencias y las malas compañías. No necesariamente lo que está de moda es bueno. No por el hecho de que cien personas se tiren del puente, tú también te vas a tirar. Porque se piensa cuántas veces sea necesario lo perjudicial y dañino que puedes obtener y/o el estado calamitoso en el que puedes terminar. Un estilo no es lo que distingue a una persona. Lo que hace a una persona son los valores, el raciocinio razonable con el que resuelve los problemas, la convicción con la que defiende una causa firmemente, su moral para mantener intacto su integridad y su dignidad; y, los talentos que perfecciona en su trayecto de vida para mejorar la sociedad y ponerlo al servicio de los demás. Todo esto suma y aporta a un mundo mejor y mucho más civilizado que cree en sus capacidades y se proyecta a hacer cosas más grandes, a dejar un legado del cual se pueda aprender, a dejar huella la cual se pueda seguir e imitar y a aspirar la santidad como Dios manda, como la iglesia propone y como la ley de los hombres disponen. Por eso que nada te detenga. Ánimo. Fe. Fuerza. Tú lo puedes lograr. Y cuando lo logres me sentiré orgulloso de ti y mis palabras no habrán caído en saco roto, sino que habrá caído en suelo fértil para germinar la semilla que hay dentro de tu hermoso corazón. Empieza a valorarte más. Todos tenemos talento, una misión y un lugar al que podemos pertenecer. Todos tenemos derecho a ser felices, principalmente tú. Muchas felicidades, éxitos, satisfacciones y bendiciones en todo lo que hagas, deshagas y te propongas hacer. Dios, Cristo y la Virgen María te bendigan una y otra vez para toda la vida. Porque tú lo vales y porque tú te lo mereces. Seguimos en comunicación. Cualquier cosa que pase o que quieras decirme me escribes con confianza que para eso estamos. Comenta cualquier video de manera responsable y yo según el máximo de mis posibilidades y el máximo de mis capacidades te contestaré. Tienes en mi un amigo. Soy un libro abierto el cual puedes consultar cuando más lo necesites. Un abrazo grande y fuerte. Nos vemos.