No digas Bartra, no digas Basta

Escrito por Freddie Armando Romero Paredes. En la memoria de nosotros, los jòvenes, quedarà grabado para siempre el episodio històrico de la marcha del 1ª de marzo del 2018. Significativo suceso por el importante grupo de jòvenes de diversas carreras que tuvieron las agallas, el coraje y la decisiòn de presentarse en el centro de Lima de nuevo; levantar sus cartulinas y plàsticos con aleccionadores y conmovedores mensajes, arengas y ultimàtums; y, la valentìa para enfrentarse con capacidad y talento a los policìas y guardias de cada àrea del damero de Francisco Pizarro. El encuentro se dio en un primer momento en el Campo de Marte, sitio famoso por sus paradas militares y manifestaciones sociales de ONG, organismos, instituciones y fundaciones. Allì, en el òvalo del Campo de Marte, se dieron cita muchachos de institutos como Senati, Cibertec, IDAT, Toulouse Lautrec, ISIL, SISE, Cepea, Avansys, Instituto de Emprendedores de USIL, Cesca, Pousin, Computronic, Abaco, entre muchos màs. Educandos que hicieron a un lado los pùblicos objetivos, los target, las pensiones escalonadas, el confort y las comodidades y la clasificaciòn clàsica de Arellano Marketing. Aquì no importaba si tenìas dinero o no, si eras rico o eras pobre, si tenìas buenas notas o ibas a repetir. A todos los jòvenes los unìa un mejor porvenir, sueños, aspiraciones, construir un mañana para un mejor Perù, hacer del mundo un lugar mejor para vivir; y, sobre todo, el decirle basta a la congresista Rosa Bartra y ponerle un alto a la Ley de la Esclavitud Juvenil. Luego del Campo de Marte, el mar de alumnos siguiò su camino por toda la Avenida Guzmàn Blanco para despuès marchar por Paseo Colòn, las avenidas Grau y Abancay con convicciòn, fuerza y corazòn sin que nada ni nadie interfiera en sus objetivos, en el pensamiento y en la actitud que ellos mismos poseìan. Felizmente que los policìas, en un principio, tuvieron el detalle y la noble tarea de acompañar y asistir en la marcha. El rostro de los "pulpines" cambiò cuando las autoridades y personal del orden se atrincheraron en el Parque Universitario, alegando que la marcha terminaba en ese punto de la ciudad y, por ende, solo les quedaba replegarse. Fieles a los ideales que ellos sostenìan y defendìan, los muchachos con ahìnco e hidalguìa procedieron a una eficaz comunicaciòn basada en redes sociales, medios de mensajerìa instantànea y telefonìa celular de cuarta generaciòn para al final concentrarse en el Parque de la Exposiciòn para planear el pròximo paso y coordinar la estrategia y los contactos de apoyo que se va a tener al lado. Màs adelante, se conversò sobre la liberaciòn de los detenidos injustamente y los abogados que se iban a proporcionar a los compañeros. Asimismo, se dio ayuda mèdica a los lesionados durante la marcha. Todo iba bien y en paz en el Parque de la Exposiciòn hasta que la Policìa intervino el espacio prepotentemente, haciendo uso de bombas lacrimògenas y logrando despuès dispersar a la buena muchachada. Luego vinieron las barras bravas del partido que habìa terminado un juego esa noche calurosa, todo se tornò un caos, se generaron desmanes y surgiò un duro enfrentamiento entre los agentes del orden, los hinchas de las barras bravas y los nuevos profesionales de los institutos. No cabe duda que los peruanos tenemos mucho por hacer en materia de derechos y reconocimientos civiles para asì poder solucionar los vacìos legales y parar los abusos que van en contra de indefensos, necesitados, desprotegidos y vulnerados por la acciòn e inacciòn de la sociedad, sus autoridades y sus leyes.