Creado y escrito íntegramente por Freddie Armando Romero Paredes. Rafaella Rabel era una madre muy ocupada que no tenía tiempo para su hija Romina, pues se encargaba de un estudio fotográfico en el centro de la ciudad. Rafaella Rabel era una madre soltera que tenía que luchar día a día para sacar adelante a su hija Romina con su pequeño negocio. Por eso es que Romina lloraba con mucha frecuencia. Hasta que un día aparece un cliente como Roman Almeida con su pequeño hijo, de la misma edad de Romina, de nombre Richard Almeida. Romina sintió celos porque era un cliente asiduo y continuo, pues constantemente Roman y Richard se tomaban fotos en el estudio de Rafaella ante los ojos de Romina. Es entonces que un día Romina agarró la cámara del abuelo Ruben Rabel y disparó el flash con el filtro en escala de grises en dirección al lugar donde estaban parados Rafaella Rabel y Roman Almeida, lo cual ocasionó que ellos dos se transportaran a la Tierra Grisea. De inmediato, Romina se reía a carcajadas, pero luego comenzó a preocuparse. Tal es así que Romina, en tono cordial y en un momento de serenidad, le dijo a Richard Almeida para tomarse una selfie con la cámara mágica del abuelo Ruben, poniendo el cronometro y pensando que irían al mismo lugar donde habían ido Rafaella Rabel y Roman Almeida. Es entonces que cuando está corriendo el cronómetro, Cambalache, el perro de Romina, jala el cable y desconfigura la cámara que cambia de escala de grises a colores, transportándolos a Coloría, donde la Inmaculada está ocupada con sus hijos Heureaux, Habib y Gisam enfrentando a la bruja Belleau, quien aparenta ser buena, pero es muy mala, porque engorda niños para comérselos. Entonces aparece Pigmaleón, quien es una explosión de color que puede camuflarse en cualquier textura del paisaje y que dice que por encargo de la Inmaculada y sus hijos Heureaux, Habib y Gisam usen la Pinhole de Hoyle para mandar a la bruja Belleau a la Tierra Grisea, para que, al levantar la tapa de la cámara mágica del abuelo Ruben, la bruja Belleau se vele y muera y los dos vuelvan al mundo real. Romina y Richard, junto con Pigmaleón, preparan la Pinhole de Hoyle con unas tapas o tablillas de madera. Luego, Romina y Richard le dicen a Belleau para tomarse una foto antes de comer. La bruja Belleau les dice que no hay nadie quién la tome. Pigmaleón se ofrece de voluntario y toma la foto. Es ahí que Romina, Richard y Belleau se van a la Tierra Grisea, donde se encuentran con Rafaella y Roman, y sobre todo con Rebel, quien es un tirano que tiene como esclava y amante a la misma Rafaella con el pretexto y la falsa promesa de hacerla reina, reunirla con Romina y sacarla de la pobreza. Y a Roman lo tiene como prisionero y bufón de la corte. En este transcurso de tiempo, Rafaella y Roman se habían llegado a conocer mejor, tanto así que se habían enamorado y habían comprendido que quizás habían actuado mal con sus hijos tan pequeños como padres que eran. La bruja Belleau siente celos de Rafaella y Rebel y pide a Rebel que los meta a los cuatro en la celda. Ellos, a pesar de estar enmanillados y esposados, son felices al verse de nuevo juntos. Mientras tanto, Belleau, al ver que Rebel la rechaza, envenena al mismo Rebel con el fin de quedarse con los reinos de la Tierra Grisea y Coloría. Y cuando Belleau quiere tomarse una foto con la Pinhole de Hoyle para volver a Coloría y monitorear todo a su paso y antojo, la misma Belleau no puede hacerlo porque Pigmaleón tiene la Pinhole de Hoyle y está en Coloría celebrando con bombos y platillos con la Inmaculada, Heureaux, Habib y Gisam la paz y la normalidad en el color. Entonces, Belleau se ve obligada a liberar a los cuatro para que le fabriquen una Pinhole de Hoyle. Y cuando se va a tomar la foto, los cuatro agarran la Pinhole de Hoyle al revés antes que se dé cuenta Belleau del accionar, antes que revelen las fotos de la cámara mágica del abuelo Ruben en el estudio y queden impresos para toda la vida en el papel y antes que el pequeño Ramón Rabel abra la tapa y los vele a todos, incluyendo a la bruja Belleau. Los cuatro vuelven al mundo real, un segundo después Ramón Rabel de cuatro años abre la tapa velando a la Bruja Belleau y salvando a la Tierra Grisea. Richard le pide perdón a su padre Roman por andar jugando videojuegos en la computadora todo el tiempo y no darse tiempo para compartir y conversar con su padre. Y Rafaella promete como madre dar más tiempo a su hija Romina. Rafaella Rabel y Roman Almeida se casan y los cuatro viven como una familia muy feliz y unida. Y cuando quieren viajar a lugares llenos de magia, color y fantasía usan la cámara mágica del abuelo Ruben o la Pinhole de Hoyle. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Entrada destacada
Freddie Armando Romero Paredes Plans
Freddie Armando Romero Plans Leer más publicaciones en Calaméo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Popular Posts
-
Soy Freddie Armando Romero Paredes. Tengo 35 años de edad. Nací el 25 de febrero de 1986 en el Hospital Edgardo Rebagliati Martins de Jesú...
No hay comentarios:
Publicar un comentario