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viernes, 15 de octubre de 2021
martes, 12 de octubre de 2021
miércoles, 6 de octubre de 2021
Equipamiento y ropa de excursión
Escrito íntegramente por Freddie Armando Romero Paredes. Una excursión implica una preparación previa, tanto en lo psicológico como en el equipamiento. En lo psicológico, debes ser consciente del destino a dónde vas a ir, tener una muy buena actitud con sentido de responsabilidad para dirigirte al lugar y desplazarte con seriedad por el camino que te lleva a tu objetivo. No obstante, en lo que respecta a equipamiento debes saber que si estás bien equipado te va a ir mejor y el disfrute será más placentero porque no tendrás necesidad de nada, ya que lo tienes todo a la mano. Debes de proyectarte cómo será tu recorrido, tu llegada, el día que pasarás en el sitio, lo que harás durante varias horas, lo que comerás de lo que has llevado o de lo que cocines; y, lo que compartirás a tus amigos después del viaje en un blog, un diario, un artículo, un video de YouTube contando tu experiencia y haciendo un balance de lo que hiciste, dejaste de hacer y debiste hacer en el momento. Porque siempre se genera una lección o moraleja que se aprende en el trayecto y que se puede contar sin tapujos ni complejos. A veces esa lección o experiencia le puede servir a muchas personas que como tú quieren viajar y son principiantes. De esta manera, partiendo de tu experiencia se corrigen errores, se toman mejores decisiones y sabes para la próxima oportunidad a lo que te atienes o te arriesgas.
Para estar equipado no necesitas llenarte de productos costosos y caros.
Antes de viajar puedes elegir, comprar y llevar productos que tengan un precio
módico, que tengan un valor económico reducido y que sea asequible al bolsillo
de uno. Muchas veces hay ofertas en las tiendas especializadas, donde se venden
los productos o hay reventa de productos que tienen un primer uso en las webs
de compras por internet. Y lo más importante es que el guía o explorador se luce
y se le conoce por su técnica y estrategia para llevar a cabo una acción en el
campamento y no por la lista de marcas importantes y la serie de productos que
muestra y usa. Porque a veces un producto que se compró para usarlo para algo,
puede servir para usarlo para otra cosa u otro fin. No siempre el que tiene
marca Quechua es mejor que el que tiene y luce otra marca. Pesa más el talento,
la actitud, la rapidez y la capacidad de respuesta de la persona que se va de
excursión y está acampando. Y hay que recalcar y dejar bien en claro que es una
excursión, un paseo, un pequeño viaje de dos días a menos y no una mudanza
total y definitiva con todo lo que eres y te pertenece. Por eso que así como te
equipas con todos los recursos, implementos y utensilios, debes tener criterio
y táctica para saber qué hacer en cada momento del viaje. Porque puede que
cambie un factor o común denominador para que te quedes pensando y evalúes varias
alternativas de solución para salir airoso e invicto para que tu regreso se
desarrolle con normalidad. Pero, de que se disfruta el campamento, se disfruta,
a sabiendas de que compartes espacios y momentos con otras personas que como tú
quieren viajar, pasarla bien durante el recorrido y tener un bonito recuerdo
para después poder contar.
Para saber qué equipo tienes que tener para la excursión y el campamento,
tienes que tener información básica y nociones fundamentales de cómo es el
medio; cuál es el clima y su variación; cómo es el suelo; cuál es la
conformación del paisaje; a qué tipo de ambiente nos arriesgamos y nos
atrevemos a ir; si el trayecto está acondicionado para el paso de los visitantes
con los servicios básicos o es agreste, rudimentario, rústico e improvisado; cómo
es el carácter de los anfitriones que nos reciben en el sitio, qué actitud van
a tener al observar nuestras costumbres citadinas y urbanas; si las personas
que nos reciban van a tener muy buena disposición, relaciones interpersonales y
gran capacidad de sociabilización al tratar con nosotros. Por eso que una
excursión y su respectivo campamento implica cierta preparación y entendimiento
de cómo vamos a ir y de todo lo que vamos a hacer durante la visita en el
lugar.
miércoles, 29 de septiembre de 2021
Resumen de la clase de Turismo No Convencional del día 28 de septiembre de 2021
Escrito por Freddie Armando Romero Paredes. Con el profesor Daniel López Mazzotti se llegó a varias conclusiones con respecto a los nudos: la cuerda debe ser soga driza, de preferencia soguilla, con un considerable grosor para soportar los elementos que se cuelguen y los pesos que se trepen a dicha soga. Al conseguir la soga se debe fijar uno que no se deshilache y que no se orquidie, pues debe ser una soga firme y consistente. Esta soga se puede utilizar para hacer rapel, escalada de montaña, llevar con la seguridad del caso a heridos y muertos, llevar y sujetar objetos, como medio de rescate y soporte en la cima.
Con respecto al caso de ahogamiento
en Autisha se llegó a la siguiente recomendación: el hecho de que no vayas a un
destino turístico o no practiques cierta actividad de turismo de aventura no
significa que sea el final ni mucho menos te da a entender de que perdiste el
momento de tu vida ni tampoco que eres un quedado, un dejado o una nulidad en
deportes de aventura extremos. Siempre se debe de recordar que se trata de tu
integridad y dignidad, se trata más que todo de tu vida que es un bien muy
preciado. No triunfa ni llega muy lejos ni es recordada la persona que fue y
duró hasta las últimas consecuencias. Siempre es bueno y recomendable la
moderación, un cierto alto grado de responsabilidad y todo tipo de
consideración para el patrimonio, para el país que se visita, para la
ciudadanía que te recibe y te acoge, para las personas a las que te debes y un
tanto de valor para tu existencia y todo lo que has cosechado y logrado en toda
tu trayectoria a lo largo de los años vividos. Como dice el refrán: “No por
mucho madrugar se amanece más temprano”. Siempre ser consciente de que lo que
hago lo debo de hacer según el máximo de mis capacidades y mis posibilidades.
No por el hecho de que todos se lancen a mojarse en el manantial o en las aguas
de Autisha, yo también me vea obligado y tenga la imperiosa necesidad de
mojarme radicalmente para ser del grupo. Porque “una golondrina no hace verano”.
Hay que pensar siempre si lo que estoy haciendo vale la pena o simplemente va a
caer en saco roto para convertirse en una sensación efímera y una emoción
momentánea. Por último, cabe preguntarse ¿cuál es mi verdadera felicidad o lo
que va satisfacer mis ganas y calmar mis ansias? De ti depende perder un minuto
de vida o la vida en un minuto.
lunes, 27 de septiembre de 2021
Análisis del caso noticioso de Autisha
Escrito íntegramente por Freddie Armando Romero Paredes. El ahogamiento de un joven de 25 años en el turístico cañón de Autisha ha generado polémica desde distintos puntos de vista por tener varias aristas. Primeramente cabe preguntarse ¿dónde queda la ética del guía y del operador turístico con tal de ganar unos dólares de más solamente por complacer el capricho de un turista? También cabe analizar al turista ¿cómo es un turista cuando está en frente de algo novedoso, único y sensacional? ¿qué lo motiva a viajar, tomarse fotos y postearlo en redes sociales?
Viendo detenidamente la figura del guía y del operador turístico en este
tipo de casos lo que ocurre es lo siguiente: muchas veces el profesional
turístico no se puede dar el lujo de decir que no o actuar de manera paternal
cuando ve un turista entusiasta y emocionado hasta el tuétano, capaz de pagar
varios billetes de dólar por vivir y sentir la emoción de una aventura
turística, porque de eso vive y con eso mantiene a su familia. Si el guía
dijera a cada rato un no rotundo, su negocio quebraría y su habilidad para
guiar se enfriaría y perdería técnica y estilo. Aunque a veces hay guías que les
va tan bien que se dan el lujo de escoger y elegir a sus clientes. A veces esos
guías que deciden qué tour, circuito o cliente tomar son los que tienen más
cancha, experiencia, instinto y algo de intuición. A veces parece o dan a
entender que esos guías tuviesen un sexto sentido desarrollado. Sólo con el
tiempo el guía mejora la táctica y la forma cómo desarrollar y trabajar su
profesión. En otras palabras, el tiempo los curte y les da sabiduría.
Ahora viendo la posición del turista y adentrándose en su mundo interior de
visitante, el turista es entusiasta, aventurero, vertiginoso, arriesgado y
abierto a otras culturas y otras formas de ver la vida con optimismo. Está
constantemente retándose a sí mismo, comparándose con su amigo de aventuras y
salidas, está viendo a cada rato qué hizo y qué le falta hacer, está planeando
en todo momento lo que podría ser el viaje de su vida, está viendo fotos y
videos de los viajes que hizo anhelando vivirla una vez más o deseando regresar
a ese lugar de ensueño que tuvo el minuto que le cambió la vida, está siempre
queriendo tener y vivir otra vida, otra personalidad, otro nick con otra gente
que no sea necesariamente la de su tierra natal que lo vio partir y embarcarse
en un nuevo proyecto que a través de sueños y quimeras cristalizó. El viajante
es una persona que recoge experiencias y colecciona recuerdos para postearlo en
todas las redes sociales y para que la gente de la internet sepa y se entere de
lo que vivió, de lo que fue capaz de hacer, de lo que sintió, de hasta cuándo
llegó, de qué tanto resistió el frío, el calor o la inclemencia del clima.
Quiere decirle a todo el mundo que lo hizo al final, que todavía está vivo,
fuerte y sano, que todavía puede y se atreve a más, quiere que todo el
patrimonio ancestral y milenario sea testigo de su presencia, quiere que toda
la gente que vea las fotos y revise la bitácora entienda que esa es su
felicidad, ese es su destino y esa es la vida por la cual vive y respira. El
turista es un ser libre que ama y aprecia la libertad y la felicidad que hay en
esa libertad. Es un ser humano con humanidad que no concibe otra vida como la
que tiene y que no se haya haciendo otra cosa distinta. Es lo que vive, es lo
que siente, es lo que respira, es lo que aspira a recorrer y llegar. Si hubiera
turismo espacial como lo que hay ahora, pero más desarrollado, el turista
simplemente va y se deja llevar. Por eso que también se trata de tener empatía,
ponerse los zapatos y comprender mucho más al viajero. Ese viajero que nunca se
cansará de andar y recorrer el mundo y el universo como la palma de la mano y/o
como un pañuelo.
Lo que fue el curso de Turismo No Convencional
Escrito íntegramente por Freddie Armando Romero Paredes. El curso de Turismo No Convencional fue dictado el ciclo pasado del 2021 - I por el profesor Andy Martínez Díaz, en el Instituto Cepea de Pueblo Libre en Lima, bajo la modalidad virtual vía Zoom y con algunas clases presenciales, haciendo uso de las instalaciones del mismo instituto y de algunos parques del malecón de San Isidro y Magdalena del Mar.
En la primera semana del curso de Turismo No Convencional el profesor Andy
Martinez nos dejó como tarea introductoria un artículo sobre el enfrentamiento
que se da entre los valores de los residentes y los turistas en el turismo, en
el cual escribí lo siguiente: “El enfrentamiento entre los residentes y los
turistas se da por una cuestión de choque de culturas y sus costumbres y
tradiciones que cada grupo social tiene en su haber. Esto ocurre cuando se
suscitan diferentes idiosincrasias en una misma área geográfica. Quizás
algunos turistas prefieran la bulla mundana y citadina y el ruido estrepitoso
de las discotecas, bares y nightclubs de la vida nocturna de Cercado de Lima,
Miraflores y Barranco. Como también es probable que el vecino de la Lima
Señorial se queje ante el serenazgo del distrito y el policía del patrullaje
integrado interdistrital, por alteración de la tranquilidad y la paz social en
la urbanización de la ciudad, de parte de unos noctámbulos que viven y respiran
la algarabía excediéndose en sus límites y responsabilidades. Lo cierto es que
Lima y otras ciudades capitales del Perú brindan las condiciones y los
requerimientos para una sana convivencia, siempre siendo conscientes de que la
ciudad es de todos y a sabiendas de que el turismo es una de las principales
industrias que mueven la economía del país y garantizan la estabilidad y el
bienestar en las canastas familiares de los empleadores y empleados del sector
turismo, ya sea en el rubro hotelero, culinario y/o la gestión, promoción y
difusión de la cultura del Perú.”
Luego se tocó el tema del trekking y del
hiking. Se concluyó que varios preferían hacer trekking, solamente para
aprovechar las condiciones rústicas, improvisadas y naturales que el sitio
turístico natural ponía de manifiesto y muy cerca del turista, generando una
serie de experiencias espontáneas, creando prácticamente una sana y real
convivencia entre el visitante nacional e internacional y las bondades, efectos
e implicancias del medio ambiente y sus elementos botánicos y criaturas. De
igual modo, se llegó a entender que también había un público que practicaba el
hiking por la presencia de condiciones y situaciones prácticas y ordenadas que
facilitaban la práctica del turismo y el rumbo del circuito, poniendo a la mano
del visitante recursos, servicios y alternativas que generaran un normal curso
de la misma visita, evitándose así de esta manera molestias, accidentes y
retrasos que terminasen en un mal concepto por parte de los turistas, una mala
crítica a nivel internacional y su consecuente exclusión del círculo turístico
internacional. Y es que a veces los turistas simplemente quieren “vivir y
saborear” el momento que concretan, a sabiendas de los riesgos y falencias que
puede tener el lugar. Y otras veces los turistas desean y quieren que el sitio
turístico tenga todas las comodidades ya conocidas como paraderos, tachos,
barandales, piso firme y seguro, vigías, paletas y carteles informativos,
guardianes, puestos de servicios básicos cercanos y todas las condiciones y
formas necesarias para que el destino “calce como anillo al dedo”. Sin lugar a
dudas, para tener el turismo que se desea hace falta inversión de parte de lo
público como también de lo privado y, sobretodo, voluntad política de parte de
las autoridades y la sociedad civil.
Asimismo, se habló de la preparación física,
psicológica y profesional que tiene que tener un guía oficial de turismo y de
cómo tenía que estar equipado. Se dijo de varias situaciones por las que
atraviesan los guías en sus trayectos, de cómo la viven cuando están en
diferentes situaciones comprometedoras y de riesgo, de lo que tienen que hacer
para salir del impase, de cómo deben de reaccionar y actuar en situaciones
cruciales de emergencia, de lo que deben de llevar para cada situación, de la
mentalidad y la ecuanimidad que deben de mantener cuando están en la hora
final, de los casos que ha habido de guías que llegaron muy lejos y que después
no sabían cómo volver, cómo solucionar el percance o cómo mantener el contacto
con los suyos, allegados, patrones y subordinados. Se explicó qué equipo debían
tener, por qué se tenía que estar bien equipado, cuáles eran las marcas de
equipos más recomendadas y que más salían, dónde eran los puntos de ventas de
los equipos al momento de adquirir, cuál era el uso correcto de cada equipo, en
qué situaciones se utilizaba y qué era lo que más convenía, se mencionó
diferentes marcas, tanto baratas como caras, entre ellas la marca “Quechua” que
más que todo se vende por internet o su compra es a pedido.
Más adelante, se coordinó una salida a los
malecones de San Isidro y Magdalena del Mar para ver el tema de las cuerdas y
los nudos. Antes que todo, el profesor nos dio las indicaciones para comprar la
soguilla en el mercado. Tal es así que nos dio recomendaciones al momento de
elegir el grosor y el largo de la soga. Más que todo, no debía de ser muy larga
ni muy gruesa, pues con diez metros bastaba para hacer una clase modelo. Luego
de ver la compra de la soga, se fue al malecón más cercano. Primero se fue al
malecón de San Isidro a practicar los nudos, específicamente el Parque de la Pera;
pero, el serenazgo del distrito dio poco tiempo para el curso y cortó la
reunión presencial. Fue así que tuvimos que evacuar. Este hecho nos obligó a buscar
otro parque que sea cercano y céntrico. Es entonces que llegamos al malecón de
Magdalena del Mar, específicamente el parque Grau. Allí aprendimos los nudos
ocho, nueve, doce, el pescador y muchos otros más. Aprendimos toda la tarde.
Tiempo después, se coordinó un encuentro en el
Instituto Cepea para ver amarre y rescate. Esta faena se trataba de prepararse
para los casos en los que el herido o el muerto se tenía que preparar para ser
trasladado de inmediato a un centro de salud de atención básica primaria más
cercano para que sea atendido como corresponde por un médico. Es entonces que
ahí en ese momento se preparaba una camilla con algo fácil y con el recurso que
se tenga a la mano. Pero, antes que todo, para que el enfermo no se caiga ni se
chorree, el mismo paciente debía estar bien amarrado y bien sujeto a la camilla
rudimentaria. Y es por eso que se tenía que hacer a lo largo del cuerpo pegado
a la camilla un nudo bien elaborado, fuerte y muy profesional para que la
persona en cuestión llegue en perfectas condiciones y no sufra ningún percance
ni mucho menos acelere su final. Porque la prioridad la tenía el accidentado. Y
la responsabilidad la compartía el guía, la empresa turística, el médico y el
seguro contra accidentes. En resumidas cuentas era un tema serio que se
manejaba con pinzas y con suma cautela.
Al final del curso se dio un paseo a Rajuntay
que era opcional. Por ende, si uno quería, iba. Si no querías, no ibas. Nadie
te obligaba. Simplemente tú decidías y tenías la última palabra. Y la decisión
de este viaje no interfería en la calificación ni mucho menos en qué
calificación debías tener. Había libertad. Sobre todo se entendía que en
tiempos de pandemia del corona virus había un riesgo que se asumía y de la que
uno ya vería cómo solucionar el asunto si es que había complicaciones con la
salud tiempo después. Pero, al final, haciendo un balance fue un ciclo bonito.
Lo mejor de todo es que salí invicto, es decir aprobado, y tuve muy buena
calificación. Siempre lo tendré en el recuerdo.
domingo, 26 de septiembre de 2021
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Soy Freddie Armando Romero Paredes. Tengo 35 años de edad. Nací el 25 de febrero de 1986 en el Hospital Edgardo Rebagliati Martins de Jesú...