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miércoles, 17 de enero de 2018

Carpeta o Pupitre Reservado

Escrito por Freddie Armando Romero Paredes. Muchas veces las universidades se preocupan porque sus recintos académicos, sus casas de estudio y sus espacios estudiantiles tengan las computadoras de última generación, la ventilación o calefacción adecuados, los ascensores en buen estado, que el edificio no tenga asbesto y más bien sea una construcción de concreto, ladrillo y/o acero, que tenga internet de alto alcance, cafetería, biblioteca, librería, cubículos de estudio, oficinas de asesoría y habitaciones para los estudiantes que no tienen un techo o un hogar donde pasar la tarde y la noche para estudiar y hacer el trabajo de investigación encomendado. Pero, ¿qué pasa con las personas con discapacidad y/o con inteligencias múltiples? Muchas veces las universidades no ponen su atención y se enfocan en brindar las comodidades y todo lo necesario a ese grupo de estudiantes que solo quieren salir adelante y no depender de nada ni de nadie. Es entonces que una de mis propuestas es la carpeta o pupitre o mesa o escritorio reservado para las personas que tengan dificultades con su desenvolvimiento y desplazamiento al momento de estudiar, ir y venir fuera o dentro de la universidad. Un espacio exclusivo dentro del salón o aula que cuente con una silla, una mesa y lo básico para que el alumno o estudiante pueda hacer la plana o tarea, ponerse al día, atender la clase de cerca si es corto de vista, pueda acceder a un lápiz, lapicero, borrador, tajador, corrector líquido, es decir, lo indispensable para que pueda estudiar y concentrarse dentro de la clase. Bueno sería una habitación reservada; pero, lo que se quiere es que el alumno o estudiante interactúe, se desarrolle, conviva y disfrute lo que es el estudio y el aprendizaje que le va a servir a futuro y le va a permitir ser profesional titulado y no un cuarto o dormitorio donde cunda la frivolidad, lo superfluo y la procastinación. De tal manera que tanto el alumno con discapacidad y habilidad especial y los alumnos que lo rodean aprendan el uno del otro y se animen a seguir el buen ejemplo, la lucha contra la adversidad y el esfuerzo por salir invicto y lograr las metas trazadas desde un inicio. Muchas gracias por brindarme la oportunidad de participar en esta plataforma.

Transportando al futuro

Escrito por Freddie Armando Romero Paredes. Muchas veces los alumnos optan por elegir la universidad que quede más cerca de sus casas para trasladarse fácilmente, algunos se las ingenian para no pagar pasaje, otros se ponen a ofrecer golosinas y otros tantos se ponen a cantar e impostar la voz para ganar unas cuantas monedas para tener para los pasajes, los útiles, las fotocopias, los materiales, el fiambre y el refrigerio. Con lo que digo quiero referirme al transporte de los alumnos o estudiantes universitarios. Porque no todos los alumnos o estudiantes pueden subir fácilmente al estribo de los buses o carros, porque a veces necesitan ayuda de terceras personas o porque el personal autorizado carece de paciencia, buenos modales y buenas costumbres. Es por eso que mi propuesta va hacia lo que de mejorar el transporte se refiere. Mejoras como poner ascensores en los buses, asiento reservado en todos los asientos porque a veces no solamente dos alumnos o estudiantes son discapacitados, espacios para las sillas de ruedas dentro de los buses, regulación de velocidades al momento de trasladarse, capacitación de los choferes y personal de tránsito en primeros auxilios en caso de choque, en lenguajes y sistemas de señas, en alfabeto morse, en seguridad vial y sismos, en caso de que alumnos y profesores tengan convulsiones, epilepsia u otros ataques, pasaje gratuito para universitarios y profesores universitarios, buses disponibles a cualquier hora y momento para que los alumnos se puedan ir a sus casas tranquilos, puedan ir a la librería o biblioteca, puedan ir a sus centros de labores y prácticas pre-profesionales y profesionales, puedan ir a la cuna, guardería o jardín para velar por sus hijos pequeños (aquellos alumnos que son padres jóvenes y que tienen que estudiar a la vez), puedan hacer labor social universitaria, puedan hacer visitas de estudio o recreación sana. Y eso no solamente no va para alumnos discapacitados, también va para los profesores con alguna discapacidad o los que ya están en la tercera edad. Sin duda, un transporte ayuda bastante. Muchas gracias por el espacio brindado. Espero que les haya gustado.

Aprehendo y no memorizo de paporreta

Escrito por Freddie Armando Romero Paredes. Muchas veces los alumnos aprueban los cursos y después olvidan lo aprendido. Y esto no solamente es propio de los colegiales, escolares o high school. También es de los universitarios de pre-grado y post-grado. Y más si son discapacitados. También a veces ocurre que al alumno, ya sea discapacitado o no, se le califica, etiqueta y encasilla por no saber algún tema, tópico, ítem o punto y se le confina a que desapruebe el curso una y otra vez sin darle la oportunidad de demostrar lo que sabe, lo que puede hacer o mostrar ese talento o habilidad que tiene escondida y que aún no está descubierta al cien porciento. Lo que hay que hacer es involucrar al alumno o estudiante y hacerlo parte de la clase, que participe, que se una al debate, que trabaje en proyectos de cambio para que sea gestor de cambio y actor permanente en lo que ocurre en su ciudad, su país, su continente y su mundo. Hacer que el alumno o estudiante participe en eventos académicos, concursos y competencias entre universidades. Hacer que el estudiante universitario sea parte de la realidad del mundo y se integre cada día más a la aldea global y sus habitantes de los cinco continentes. Hacer que el joven haga suyo el trabajo, proyecto, asignación, homework, tesis y/o tesina y se comprometa a trabajar duro y parejo por conseguir un cambio en la manera de pensar, actuar, sentir y ver el mundo con otros ojos. Hacer que el muchacho sea consciente que por algo se empieza, todo tiene un inicio y que de el mismo alumno depende mantener volando con los pies en tierra firme su sueño, su proyecto y su meta. ¿Y cómo se logra eso? Calificándolo por los resultados y la buena aplicación de la teoría y la práctica en la vida cotidiana, en la realidad, en la calle, en los escenarios políticos, sociales, económicos y de cualquier índole y no por exámenes relámpago, improvisos, anti-pedagógicos ni por ese tipo de pruebas que no motivan y promueven la imaginación, la creatividad y el hecho de ser propositivo e ingenioso para dar solución a los problemas actuales, eliminar lacras y flagelos y mitigar males. De igual modo, premiando su participación en clase y todo tipo de eventos académicos para que al final se sienta valorado y enaltecido y sepa que su opinión y propuesta no cae en saco roto, sino que ayuda al crecimiento profesional, al desarrollo económico y al surgimiento de nuevos valores que unidos a él hagan más grande al país sin olvidar su localidad. De igual forma proveerlo de técnicas de estudio y espacios de asesoría y ayuda académica. Pero, como lo escribí y lo repito: Aprehendiendo y calificando por los resultados y la aplicación por tiempo prolongado de la misma teoría y la misma práctica. Y eso en muchas partes del mundo se olvida, pues los resultados de la prueba Pisa lo reflejan. Espero que les haya gustado. Muchas gracias por brindarme el espacio.

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