Escrito íntegramente por Freddie Armando Romero Paredes. Kemal Ming y Neftys Ming eran 2 hermanos mellizos. Neftys sacaba buenas notas en el colegio y Kemal Ming sacaba malas notas en la universidad. Un día Neftys invita a su amigo de secundaria, Bernard Rundstedt, y Kemal Ming se da cuenta que el chico era un genio y que hasta se iba a graduar con honores en la secundaria. Bernard le preguntó a su amiga si no tenía miedo de vivir allí porque, según se sabía, allí en esa casa había vivido Mavo Baalbuena, un mago adorador del dios Baal. Kemal Ming se quedaba escuchando y mirando morbosamente al amigo de su hermana para luego pensar en la forma de cómo explotar esa genialidad y al mismo tiempo quedarse con él de por vida. Es entonces que una noche cuando todos estaban dormidos en la casa, hace la ouija e invoca a Mavo Baalbuena para que le diga cómo explotar al chico. Tan grande fue su error que Mavo Baalbuena lo invade por los poros, orificios de las orejas y fosas nasales de la nariz. Y es así cómo Kemal Ming muere y Mavo ocupa y domina ese cuerpo. En la mañana siguiente, Mavo Baalbuena empieza a saber todas sus ideas, proyectos y sueños. Asiste a la universidad como Kemal Ming y empieza a aprobar todos los cursos. También empieza a manosear a su hermana, la pequeña Neftys Ming. Mientras Kemal Ming arrepentido se convierte en un espíritu protector silencioso entre las dos casas vecinas. Kemal prefiere mantener perfil bajo, y, desde el purgatorio, con la ayuda de las ánimas que cayeron y sufrieron por culpa de Mavo, empieza a luchar para que Mavo Baalbuena regrese a las llamas del infierno. Al principio, Bernard le reclama a Neftys sobre su actitud permisiva y la misma Neftys se enoja, le dice que se trata de su hermano al que está ofendiendo; y, se distancia del propio Bernard Rundstedt, quien se cambia de colegio. Pero, la explotación de Mavo Baalbuena continúa. Y Bernard no se da cuenta. Más bien, Neftys y su madre Almudena lo apoyan a Mavo pensando que es Kemal Ming y están de acuerdo en que continúe la explotación. Ellas le preguntan de dónde aprendió todo eso y él le contesta que lo aprendió de una feria de esoterismo. Erwin Ming, el padre y esposo de Almudena se alegra porque tenía deudas, iba a perder el trabajo y ahora tenía tranquilidad. Kemal Ming mira desde el más allá con tristeza y un día se aparece a Bernard, le cuenta la verdad, le dice que no es eterno y es por eso que le va a dar 7 kimosabis, quienes son unas criaturas pequeñas como extraterrestres para que las filtre en la casa y que, al rezar las letanías de la Divina Misericordia, lo iban a asustar y se iban a multiplicar frente a Mavo Baalbuena volviéndolo loco. Bernard lo hace asustar al brujo. Es entonces que Mavo con su magia le provoca un infarto a Erwin Ming, aprovechando la cena que se ha hecho con motivo de la reconciliación de Bernard con Neftys, delante de su esposa Almudena. Llaman a la policía y Bernard pasa unos días en prisión. Almudena paga la fianza y lo saca de la cárcel porque ha visto la aparición de su hijo Kemal, quien le contó la verdad de la historia, le dijo que tenga cuidado ante tanto acoso de Mavo y que se encomiende a la Virgen María. Lo cual eso mismo hace Bernard cuando tiene las llaves de la casa después de que Neftys y Almudena se van de la ciudad. Cuando Mavo baja las escaleras, encuentra a Bernard parado, quieto e iracundo frente a frente. Es entonces que Mavo invoca a sus secuaces liberados del infierno. Tan distraído está Mavo que Bernard agarra el tablero de la ouija y llama a Jesús de Nazareth al mismo tiempo que dice: "Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero". Se abre todo el piso y Mavo y sus secuaces se van a lo más hondo del infierno. Kemal se ríe en ese momento y Mavo lo jala para que se calcine en las llamas. Jesús de Nazareth suspendido lo ayuda a sujetarse a Bernard Rundstedt de una de sus túnicas. Luego, ambos se trasladan levitando a la casa del costado para luego ver cómo la casa de los Ming se derrumba y se cae abajo. Ya a salvo el aura de Jesucristo le dice a Bernard que vaya corriendo a la estación de buses a buscar a su jamás nunca olvidada y muy querida Neftys. Tan grande es el dolor de Almudena por su esposo que ella prefiere regresarse a la casa. Al correr en la pista, Almudena pierde el equilibrio y cae a la pista para luego ser atropellada por un bus y morir instantáneamente. Bernard y Neftys se reencuentran, se perdonan, se abrazan, se besan y viven felices para siempre. La casa de Mavo es convertida en parque, donde viven tranquilamente y camuflados en lo verdoso y marrón los pequeños y muy sabios kimosabis. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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