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viernes, 27 de agosto de 2021

El cantar de los cantares de las tres gracias de Bendito Sea

Escrito íntegramente por Freddie Armando Romero Paredes. La corona española vetó a los árabes en 1525. Magufuli indignado se presentó como el navegante Magallanes, quien, además de obtener financiamiento para una nueva expedición de tierras en las Américas. Magufuli, al escuchar de la boca del Rey de España que él no era Magallanes, le dijo cantando al Rey Bartolomeo: "Y yo soy Magufuli / jeque y mago / de Ghazouani" / "Estaba yo aquí pensando / Qué podría hacer usted / Y surgió una idea / que es muy genial / Ojalá lo haga / antes que lo maté yo" / "Dejé de vetar a los árabes", convierte al Rey Bartolomeo en una estatua de cristal que se rompe al instante por contacto, a la Reina Miriam en una ogra de nombre Mishky que segrega y emana néctar de leche, al infante heredero al trono del Imperio Español de nombre Tolomeo en un ruiseñor, al segundo infante en la línea de sucesión de nombre Tomás en cóndor, al tercer infante de nombre Tadeo en colibrí y a la corte real en estatuas de animales de oro. Todos ellos viajan en carabelas a América en busca de nuevos horizontes y un mejor destino con los miembros de la casa real española como rehenes. Las tres aves en su exploración por la Tierra de Bendito Sea en Madre de Dios y lejos de España reciben el poder de sanación y liberación a través de su talento del canto de parte de la roca gigante mitológica y endiosada de nombre Harakbut, quien es un espíritu protector de la Tierra de Bendito Sea que en el pasado fue un intrépido enviado que salió de las aguas de los mares para fundar Bendito Sea en Madre de Dios. Las tres aves entonarán tres distintas melodías cada una por separado usando la musicoterapia. El ruiseñor cantará para sanar y liberar: "Con mi canto voy / y encanto al Señor / Con tu canto vas / y encantas al Señor / Porque Él veló por ti / cuando nacís / Porque Él murió / por ti aquí en la cruz / y en el hoy por hoy / te da su bella luz". El cóndor cantará para sanar y liberar: "Sabes bien / que también / has luchado / y que puedes dar mucho más". El colibrí cantará para sanar y liberar: "Lucha por tu mundo / trae ya la luz / que el destino es tuyo / si tienes actitud". Con estos tres cantos sanan y liberan a la corte real que estaba convertida en varias estatuas de animales de oro que iban a ser macheteados por Magufuli para obtener miles de monedas de oro para comerciar con los aborígenes de Bendito Sea de Madre de Dios. Todos los días Mishky, la reina Miriam, era ordeñada de los pechos para sacarle el dulce de leche con chocolate para alimentar a los hombres caballo de Magufuli que salían todas las mañanas a cazar animales para convertirlos en estatuas de oro para que después sean macheteados y cortados para obtener muchas más monedas de oro. Después de liberar a la corte real, las tres aves son detectadas, enjauladas y aisladas por el poder de Magufuli. Frente a esto, Mishky llora tanto que sus lágrimas forman un río que da al mar de Bendito Sea. Cuando San Miguel Arcángel, el Príncipe de la Milicia Celestial, se da cuenta que hay una nueva cuenca hidrográfica, navega por esa corriente en un caballito de totora acompañado de sus serafines que cantan: "Navegando y virando en altamar / detiene su andar / y llega a Tierra de Bendito Sea / Las aldeanas que están buenas / lo adoran de a de veras / y celebran sus quimeras / Tenía un poder / Es magia tal vez / Ninguna mujer / lo pudo repeler / De ojos grandes / valiente y fortachón / con gran corazón / para Él y los suyos / un mundo creó / Lo recuerdan con cariño / todos los angelitos / a quienes ayudó / Lo recuerda con cariño / aquel Padre Bendito / que lo encaminó". Después de rezar y llorar durante varias noches ante la roca gigante Harakbut, San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia Celestial, tiene un encuentro a solas con Mishky cuando aparece afuera de la cabaña de Magufuli en Bendito Sea. Mishky le canta a San Miguel Arcángel: "Mi alma glorifica al Señor Mi Dios / Gozase mi espíritu en mi Salvador / Él es mi alegría / Es mi plenitud / Él es todo para mí / Ha llenado la bajeza de su sierva / Muy dichosa me dirán todos los pueblos / Porque en mí ha hecho / grandes maravillas / El que todo puede / Cuyo nombre es santo". San Miguel Arcángel la besa, la convierte de nuevo en la reina Miriam y le canta: "Estaba yo aquí / pensando que tal vez / yo podría ser su dueño / y hacerla mi mujer / Y no sé si usted ya lo pensó / pues es la solución / de que usted y yo formemos / un solo cuerpo y corazón / No soy pura virtud / también yo puedo errar / yo te juro / te prometo / algún día reinaré / Y a como dé lugar iré / por siempre hasta el final / pues me importa / me interesa / el amor de ti, mujer / pues me importa / me interesa / que tú seas mi mujer". Magufuli se despierta y enfrenta al Príncipe de la Milicia Celestial. En ese momento se produce una batalla entre los serafines de San Miguel Arcángel y los hombres caballo de Magufuli que quedan convertidos en unicornios con alas aladas. Magufuli, al pretender convertir al Príncipe de la Milicia Celestial en una estatua de cristal como lo hizo con el Rey Bartolomeo, queda convertido en una estatua de sillar. Al ver que su ser está sano, salvo y libre de las garras de Magufuli, San Miguel Arcángel, el Príncipe de la Milicia Celestial canta: "Cuando la muerte ya falla / la tienes asegurada / y quieres ver a tu amada / echada ya en la cama / Esa mujer que te ama / esa mujer que te añora / esa mujer que desea / que ya estés en la Tierra". Luego, San Miguel Arcángel, viendo debilitadas a las aves reales, las sana, libera y fortalece con esta oración: "Sancti Angeli Custodes Nostris / Defendite nos in praelio / ut non pereamus in / tremendo iuditio / Si consistat adversus / non castra in hoc / ego sperabo / Domine libera animan / mean de malo". Y dicho eso el ruiseñor se convierte en Tolomeo, el cóndor se transforma en Tomás y el colibrí vuelve a ser Tadeo. Todos los miembros de la casa imperial española y la corte real regresan al Palacio de la Zarzuela de Madrid montados en los unicornios mágicos que vuelan por los aires junto a San Miguel Arcángel. El Príncipe de la Milicia Celestial reina con Miriam el Imperio donde no se oculta el Sol hasta que Tolomeo tenga la mayoría de edad para asumir el cargo de Emperador. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. 


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