Escrito
por Freddie Armando Romero Paredes. Hambre de Poder es una película que
demuestra lo perseverantes y audaces que hay que ser en esta vida para crecer
profesionalmente, lograr nuestros objetivos y expandirnos nacional e
internacionalmente. Si no se tiene una actitud luchadora, ganadora y con deseo
de grandeza y superación, uno nunca saldrá de sus cuatro paredes. Todo el
tiempo siempre es mucho más importante el esfuerzo que las ganas que uno tiene.
Porque se vive del trabajo constante, del esfuerzo desmedido y de los intentos
que en cada rutina y trajinar diario pones e imprimes. De nada sirven tus ganas
y tu deseo si es que no mueves un dedo ni muestras interés ni mucho menos
intentas y pones de tu parte para alcanzar tus metas. De igual modo, en la vida
hay que ser audaces y eso se traduce en qué tan retador eres, cuánto te exiges,
cuánto de tus habilidades, talentos y dones pones y entregas para asumir y
cumplir los compromisos y qué tan desafiantes son tus mismas metas y tus
intentos por llegar a la cima y a la realización plena y exitosa de tus propias
metas.
Es
muy bueno tener ideas; pero lo que te hará grande es cómo maduras la idea, le
das forma y transformas en algo grande, creas una cultura con sus propios
lineamientos alrededor de la idea y compones un universo único con su
background, la cual sea agradable, necesaria e indispensable a la gente y
consumida por la sociedad. Muchas veces las palabras se las lleva el viento. Es
por eso que es necesario tener un concepto con su razón de ser bien detallado y
defendido parte por parte para que se mantenga bien sostenido y no se desplome
ni se caiga de buenas a primeras en cualquier momento. Muchas veces hay ideas
buenas que se quedan en el camino por no sentar la diferencia, marcar el antes
y el después y mostrar lo que los hace únicos, innovadores, revolucionarios y asequibles
en un lenguaje simpático con términos fáciles, amenos y comprensibles que
identifiquen, congenien y reivindiquen a la colectividad. Siempre cabe
preguntarse qué sensaciones y sentimientos quiero transmitir y dar a conocer; cómo
voy a conectar con la gente para que compren el producto; qué efectos positivos
y favorables a mi causa y emprendimiento quiero generar en la conversación y el
comportamiento diario; y, si estoy haciendo los correctos méritos y los
suficientes esfuerzos por el camino adecuado para lograr mis objetivos.
Es
posible que Maurice Mc Donalds y Richard Mc Donalds tuvieran la idea inicial y
el ánimo para poner la primera piedra y manejar una empresa con un concepto y
un sistema nunca antes visto. Pero, les faltó agilidad, astucia, audacia, valentía,
preparación para el siguiente peldaño y conexión con la sociedad emprendedora y
el mundo empresarial para no quedarse en lo mismo y seguir innovando y creciendo
exponencialmente. Cuestiones claves y decisivas que si las tuvo Raymond Kroc. Y
es que Ray Kroc nunca se detuvo, no tuvo miedo de nada, se atrevió, fue hasta
el final y se movió de un lado para otro para convertir un pequeño
emprendimiento en un imperio. Si Kroc no hubiera hecho nada, Mc Donalds seguiría
siendo un restaurancito de Maurice y Richard entre los muchos que hay en
Estados Unidos. Mc Donalds reúne y goza de las visiones y experiencias de unos
micro – empresarios y un comensal que quiso mejorar el modo de comer en Amèrica
y el mundo y traspasar fronteras. De igual forma, Mc Donalds transmite el espíritu
luchador y expansionista de Raymond Kroc.
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