Escrito por Freddie Armando Romero. Según la reciente encuesta nacional de Pulso Perú, Pedro Pablo Kuczynski baja 5 puntos porcentuales y César Acuña Peralta sube 3 significativos puntos. Esto ha generado que se piense en un empate técnico de ambos candidatos por el segundo lugar, sin dejar de lado la posibilidad de creer en un virtual estancamiento de Kuczynski. Ante esto surge la pregunta ¿Por qué PPK se estanca y Acuña sube? La respuesta sería simple y no tan compleja: creo yo porque Pedro Pablo viene cometiendo errores garrafales de campaña como, por ejemplo, convocar a gente, si bien es experimentada, pero que ya estuvo en el poder, tanto ejecutivo como legislativo, y que prácticamente no ha hecho algo para evitar que la inseguridad ciudadana, la delincuencia y la falta de confianza invadan todos los sectores y clases sociales. Es decir, si el gobierno de Alejandro Toledo y Alan García fueron corruptos, por qué convocar a los mismos políticos, quienes también en su momento fueron militantes, voceros e integrantes de portátiles y que ahora son vistos y señalados como transfugas. En este sentido, soy un convencido en que PPK, como lo viene haciendo Acuña, debe de convocar a nuevos rostros con el talento y la muñeca para manejar los temas sociales y, a la vez, cruciales de un país como lo es Perú que tiene en agenda asuntos y compromisos pendientes con la población. Lamentablemente, Gino Costa, Remigio Hernani, Juan Sheput, Fernando Rospigliosi y otros dinosaurios políticos más se quemaron al comprometerse y darle el espaldarazo anticipadamente a Kuczynski porque, si Acuña sigue subiendo como lo ha hecho hasta ahora para colocarse estratégicamente en segundo puesto para batirse a duelo con Keiko Fujimori, la hija del exdictador Alberto Fujimori; a los políticos ppkausas no tendrán más remedio que dar un paso al costado con el rabo entre las piernas o, si es que son candidatos al Congreso, conformarse con el premio consuelo de ser congresistas y ya no ministros de Estado.
Respecto a Acuña, tengo que decir que el candidato de Alianza para el Progreso corre el mismo riesgo de bajar en las encuestas como PPK si es que dejar entrar en su candidatura presidencial a políticos de gobiernos pasados que sólo quieren treparse para seguir en el poder. En los diarios como Perú 21 han aparecido especulaciones que el Partido Popular Cristiano (PPC) tendría en la mira el partido de Acuña Peralta para concretar una posible alianza y así poder pasar la valla electoral y tener una simbólica presencia en el Congreso de la República. Debemos de recordar que el PPC nunca ha tenido en sus manos la presidencia del país y, cada vez que ha participado en elecciones, las ha perdido todas a pesar de que en un principio tenía altas posibilidades para ganar ocupando uno de los tres primeros lugares. El único tipo de gobierno que ha tenido ha sido de corte municipal cuando Luis Bedoya Reyes fue alcalde de Lima haciendo historia y sentando precedentes con obras como la Vía Expresa de Paseo de la República. Por lo tanto, creo yo, tiene poca experiencia en gobiernos de gran envergadura. A ello se suma la pelea interna que existe entre el bando del señor Raúl Castro y la señora Lourdes Flores Nano, lo cual deja mucho que desear y otorga mala imagen y pésima reputación porque da a entender a la población que lo que pase con el Perú está en segundo lugar y que primero para ellos están el poder y el dinero. Si se tiene que hacer alianza, no se debe hacer con partidos pequeños, descartables, vientres de alquiler y que están a punto de desaparecer, sino con sólidas instituciones políticas que han hecho partido, la han sudado y la han sufrido en la historia del Perú.
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