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lunes, 24 de octubre de 2016

Armando Montalbán y Martha Tellería

Escrita por Freddie Armando Romero. La historia comienza en Denver, Colorado, Estados Unidos, cuando Artemio Aragón se enferma gravemente al ver que el actor que interpretaba su personaje más exitoso en los comics muere; al enterarse que hacían una película matando el soundtrack característico de su héroe; al darse cuenta que en los nuevos comics los historietistas confinaban a su héroe a estar encerrado dentro de los límites de su país, en vez de permitir que su héroe siga siendo cosmopólita y universal; y, al recibir la notificación que los derechos de su héroe se lo cedían y daban a su compañero del estudio de animación por una cuestión de intereses y arreglos bajo la mesa. Es así cómo durante toda una noche Artemio Aragón se encuentra entre la vida y la muerte, con un pie en el umbral, para no volver jamás. La enfermera de turno del Hospital Hopscotch se encarga de ponerle paños de vinagre y alcohol yodado en la frente durante toda la noche, sin lograr que el gran dibujante creativo, Artemio, se recupere, pues todavía había un gran dolor que se sumaba a su agonía y era la ausencia de Jorien Heijden, su esposa holandesa que conoció en la Cúpula, quien había trabajado antes de conocerlo a él con un genio medioambientalista que mitigaba los efectos del cambio climático y quien murió al quedarse atrapada en la puerta automática del subterráneo y cuyo cuerpo chocó en el túnel. Su amigo Luis Ladd, religioso comboniano, se encarga después de incinerar el cuerpo y guardar sus cenizas en el oratorio del Santísimo. En cuanto al agua extraída de la calentura, esta se guarda en un pomo que se coloca junto a la cajita de cenizas. Después de un año de luto, a Luis Ladd le hacen su traslado a una parroquia en Michoacán, México. En dicho traslado, Luis Ladd se lleva la cajita de cenizas y el pomo de agua para conservarlos en el centro parroquial que le tocó vivir. Radicado en Michoacán, Ladd le encarga a la empleada de su centro parroquial que tenga mucho cuidado con la cajita de cenizas y el frasquito de agua de su amigo al momento de limpiar la sala comedor. Pero, la empleada se descuida por un rato, tropieza en la alfombra, las cenizas de la cajita se dispersan obligando a la empleada a barrer de nuevo la sala y del frasco de agua sólo queda la mitad, pues la otra mitad se derrama en la alfombra. Al regresar Ladd de su retiro espiritual y ver que tanto la cajita de cenizas y el pomo de agua estaban incompletos, le dice a la empleada que lo bote todo en el roble que está en el patio. Enseguida, la empleada rocía el agua del frasco en las hojas del árbolito y echa las cenizas en pleno árbol frondoso. Pasaron los días y semanas y en todo ese tiempo a Luis Ladd le invade una nostalgia, amargura y una grandísima pena por quien en vida fue Artemio Aragón. Tal es así que empieza a llorar sin motivo alguno en cada inicio y final de la misa. A lo que la gente del centro poblado se encarga de darle una palabra de aliento, pues nunca debe perderse la fe. Todo eso sucedía cuando el religioso Luis Ladd, haciendo un esfuerzo en su estado anímico, estaba con los preparativos de la Semana Santa. Es entonces que ocurre un milagro inesperado cuando Ladd se arrodilló ante el árbol. De pronto y de la nada, salen a la luz nuevas figuras y anatomías del árbol. Como hay tanta luz, generado por el Sol en tiempos de extremo calor en verano, no puede comprender claramente de qué formas extraterrestres se traten. Es entonces que Luis Ladd se va a almorzar junto con sus demás colegas curas religiosos. Ya cuando está de regreso del almuerzo eclesial, se da cuenta que faltan las figuras, lo cual es un misterio que no puede resolver. En ese instante, un niño y una niña de 10 años, malvestidos, tocan el timbre de la congregación y Ladd, poniendo todo de su parte y de su amor, les da techo y comida. Ellos dos afirman que son unos niños que han caminado mucho para llegar hasta donde se encontraba Ladd. Pasa el tiempo y los dos niños, Armando Montalbán y Martha Tellería van creciendo juntos y, a la vez, guardándose un afecto y respeto mutuos que es imposible de romper. Luis Ladd los llamará de cariño Micho o Michi a Armando y Micha a Martha, por ser niños de origen michoacano, por ende también de México. Curioso fue que cuando fue la primera comunión de Armando y Martha, estos niños agarraran el agua bendita con la que fueron bendecidos y mojaran los labios de Jesucristo, pues, según ellos, el Señor Jesús tenía sed. Ya grandes y con su título profesional bajo el brazo, Armando y Martha comienzan a trabajar en Sacro, un estudio de arquitectos de los combonianos. Luego de finalizadas sus prácticas profesionales, a Armando Montalbán y Martha Tellería los quieren destacar y mandar a Tel Aviv. No obstante, ellos dos viajan coincidentemente a Denver, Colorado, Estados Unidos, donde llegarán a conocer la vida y obra de Artemio Aragón y lucharán por los derechos de todos los ilegales, desde los latinos, pasando por filipinos, hasta afroamericanos. Armando Montalbán se convertirá en ArmeStar, quien habrá nacido de las cenizas de Artemio al momento de que este murió y quien se camuflará entre las cenizas, el polvo y el humo que se genere para poder entrar en acción y salvar a la humanidad entera esté donde esté; y, junto a él, estará Martha Tellería o Itzel, la Princesa del Rocío, pues ella fue la pasión febril de Artemio y ahora lo es de ArmeStar, Armando Montalbán y quien, como Princesa del Rocío que es, se camuflará en cualquier líquido y fluído y andará disfrutando del nectar de las flores, el cual también servirá para alimentar a los hijos que tenga con ArmeStar o el arquitecto Armando Montalbán. Y así los dos participarán políticamente y convocarán a todas las fuerzas latinas para que se escuche el sentir latinoaméricano bien fuerte y existan mejoras, no solamente legales, sino en todos los aspectos en los Estados Unidos. Tal es así que a partir de ese entonces se formarán y convivirán 3 partidos políticos y no solamente el republicano y el demócrata. El 3° partido lo conformarán todas las personas de la clase migrante, la cual es la fuerza trabajadora de la nación del norte.

domingo, 16 de octubre de 2016

El ensarte de los Lazarte: el sobrino y la novia del tío

Escrita por Freddie Armando Romero. La historia comienza cuando el tío, Lázaro Lazarte, y el sobrino, Lalo Lazarte, se fueron de viaje en un barco por el río Amazonas. En el trayecto, el tío cae por la borda y llega a naufragar en un puerto inconsciente. El crucero se va solo con Lalo Lazarte, el sobrino, quien se dio cuenta de la ausencia de su tío Lázaro, media hora después, cuando vio que las sandalias de él estaban abandonadas cerca de la baranda del mismo barco. Desde ese momento en adelante, ese viaje se torna desagradable. Lalo sólo espera que todo esto acabe para llegar a la ciudad y hacer como si nada de esto hubiera pasado. El día lunes, de la semana que comenzaba, Lalo Lazarte, el sobrino, llega con saco y corbata a la oficina para contar lo ocurrido. El muchacho lo cuenta todo para ver la posibilidad de que lo ayuden a iniciar una búsqueda para encontrar a su pariente. Pero, ni bien termina de contar lo ocurrido, todos los empleados de la oficina se ríen a carcajadas de él. Ellos, más bien, piensan que es una broma del mismo tío por el 28 de diciembre, día de los inocentes. Tanto los conserjes como las secretarias no notan la diferencia y dejan que el joven siga hablando como disco rayado con la boca abierta. Al jovenzuelo lo único que le queda es meterse a la oficina de su tío a buscar algún dato que ayude a encontrarlo. Revisa cajones, estantes, el escritorio e, incluso, da una mirada detrás de los cuadros colgados. Sin embargo, no encuentra nada. Cansado de tanto buscar en toda la oficina, se sienta en la oficina, enciende la radio y apoya su cabeza en la silla acolchable. El sueño le vence, se duerme y, al rato, es despertado por la novia de su tío, Luzmila Milla, quien viendo lo estresado que él está, le da unos reconfortantes y relajantes masajes en los hombros y la espalda. Tan entretenidos y cariñosos están ambos que ella no se da cuenta que él no es el tío, sino más bien el sobrino. Lalo, el muchachito, por su parte, se queda satisfecho con los masajes y enamorado de la ternura y la figura seductora de la señorita que le lleva 10 años de diferencia. Es por eso que se queda callado, se deja llevar y sigue disfrutando del placer que es estar con una mujer mayor. Él también piensa que si sigue insistiendo en la versión de que el tío está desaparecido y vuelve a afirmar que él no es el tío, sino el sobrino, pues, entonces, le van a hacer caso, van a iniciar un operativo para encontrar al tío en medio de la selva y, al mismo tiempo, lo van a mandar a juicio y luego a prisión por ser el presunto responsable del accidente de su mismo tío. Por eso es que Lalo se queda callado y no dice ni una sola palabra. Pasado dieciocho meses, el señorito Lalo Lazarte y Luzmila Milla llegan a formalizar la relación y fijan fecha para la boda. Mientras tanto, un capitán de un puerto amazónico observa al tío vagando por las calles de Iquitos y pidiendo que por favor le brinden un plato de comida sin costo alguno. En un instante, movido por el cansancio, el intenso calor y el no tener alimento dentro del estómago, el tío Lázaro se desmaya en plena vereda. El marino mercante, cuyo nombre es Luis, corre a brindarle auxilio, le da de beber de su cantinflora y luego lo lleva al centro de salud más cercano, pues el pobre hombre estaba ardiendo en calentura. Luego lo lleva a su cabaña para que siga reposando y recupere la salud al máximo. En los días posteriores, los noticieros empiezan a propalar que muy pronto Lázaro Lazarte y Luzmila Milla van a unir sus vidas en santo matrimonio, lo cual no es verdad porque el verdadero Lázaro Lazarte estaba recuperándose en cama en la casa de don Luis. Es entonces que el señor Luis espera a que despierte Lázaro, quien, al levantarse y verlo a los ojos, de un momento a otro y por impulso, le llama tío. Don Luis le confirma que él es don Luis Lazarte, el marino mercante que se perdió en la selva cuando recorría Cándamo, la última selva sin hombres. Asimismo, el tío abuelo le dice que, cuando se perdió, la tribu de los shipibo – conibo lo ayudó. Y es ahí que conoció a Leila, una aborigen con enormes senos al aire y sin sostén, con quien se casó y tuvo hijos que ahora están en la tribu cumpliendo distintas funciones para que el grupo étnico prolongue su existencia, no se pierda la riqueza cultural y mantenga sus costumbres y ritos a través de los descendientes. De igual modo, don Luis le cuenta que, viendo que sus hijos ya eran grandes, decidió nuevamente dedicarse a la marina mercante, lo cual significó separarse de Leila, su esposa, quien ahora se dedicaba a cuidar y transmitir todo lo que sabía a sus nietos para que ellos, más adelante, lo transmitiesen a sus hijos y así sucesivamente. Terminado ese tema, el tío abuelo le dice que ahora lo más importante es que el verdadero Lázaro regrese a la ciudad a recuperar todo lo que le corresponde, incluyendo a Luzmila, a quien Lázaro no ha podido olvidar. Lázaro Lazarte, por su parte, está muy enojado con su sobrino, pues, para él, lo que ha hecho su sobrino es una traición. Es entonces que Lázaro decide asistir a la boda para impedirla y acabar con la vida de su usurpador, así se trate de un pariente que es sangre de su sangre. Ya, estando en la boda, Lázaro, desde una esquina de la iglesia, saca una pistola, la cual apunta en dirección a Lalo, quien en el siguiente instante abraza a Luzmila Milla, quien tiene una cara de una felicidad tan grande que ocasiona que le salgan lágrimas por los ojos. Por supuesto que esto es visto por Lázaro, el tío de Lalo, a quien se le paraliza la mano, pues no tiene el coraje suficiente para disparar porque piensa que si Luzmila es feliz, él también lo va a ser. De esta manera, Lázaro guarda su arma y corre a interrumpir la boda en el altar. De inmediato, tanto Luzmila como el sacerdote que oficia la misa, ante el asombro de todo el público asistente, pregunta quién es Lázaro Lazarte. Acto seguido, Lalo dice que él es Lázaro Lazarte. Pero, al mismo tiempo, es interrumpido por su tío que dice que él es el verdadero Lázaro Lazarte y que lo puede probar enseñando un lunar que tiene en la palma del pie. Después de dicho esto, Lalo dice que no es necesario y confiesa que él no es Lázaro, pues el verdadero Lázaro se cayó por la borda del barco en Iquitos. Ante esto, Luzmila, de hecho, que se molesta; pero, dice que no puede odiar al hombre que va a ser el padre de su primer hijo. Lalo llora de felicidad y arrepentimiento. Enseguida se arrodilla y le pide perdón tanto a su tío como a su querida Luzmila, quien al verlo en esa postura, le dice a Lázaro que perdone a aquel que ha sido como su hijo, ese que hasta ahorita no ha podido tener. El tío, al ver esa escena tan conmovedora, abraza a ambos y les da su bendición. La madre de la chica, cuyo nombre era Lucrecia, no le gusta la idea de que Luzmila se case con Lalo, alguien que para ella no tiene dinero. Ella piensa que su futuro va a estar asegurado si se casa con Lázaro Lazarte, el novio de toda su vida. Llevada por su calculador e inevitable impulso, Lucrecia le da una cachetada a Luzmila para luego intentar matarla con su pashmina. En ese intento, le grita en su oido que la va a matar como mató a su madre, pues así pudo casarse con su padre, sin importar que su progenitor la tuviera de bulto y estorbo a ella con 1 año de edad. Todo esto es escuchado por los familiares, amigos y, sobretodo, los policías, quienes hacían vigilancia y no dudan en dispararle en una pierna para así evitar que se lleve a cabo el crimen. Aprovechando el disparo, el impacto y el dolor de la madrastra, Luzmila empuja a la vieja y corre a hacerse a un lado. Lucrecia, la madrastra, grita ante lo inevitable y enseguida es enmarrocada y llevada lo más antes posible a la cárcel, de la cual no saldrá en muchísimos años. Pasado este impase y momento crítico, Lalo y Luzmila se casan y viven felices para siempre. Por otro lado, Lázaro conoce y empieza a frecuentar muy seguido a Lucía, quien para él representa la luz de un nuevo día. Y es así como termina la historia de hoy. Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

sábado, 15 de octubre de 2016

Las Aventuras de Thibeaud Le Mer

Escrita por Freddie Armando Romero. Thibeaud Le Mer acostumbraba ir a las playas del litoral de su país a practicar deportes acuáticos junto a Juana Alva, su recién esposa. Un día los dos salieron de paseo a Punta Rocas para navegar con el yate y divertirse haciendo deportes de vela. Lamentablemente, el navío chocó e impactó con una enorme roca. Enseguida un tiburón blanco se llevó el cuerpo aún vivo de Thibeaud Le Mer. No fue culpa de ninguno de los dos. Simplemente sucedió algo de casualidad, algo que de repente era inevitable, algo que ya se veía venir, algo que sólo Dios sabe por qué ocurrió esto. La cuestión aquí es que el cuerpo de Thibeaud Le Mer no apareció durante un buen tiempo, lo cual ocasionó que Juana Alva llorara amargamente sin que nadie la pueda consolar. Pasaron muchos meses y Juana, quien estaba embarazada, dio a luz un hermoso bebe, a quien lo hicieron pasar por muerto, pues habían intereses de por medio en la institución castrense donde trabajaba Thibeaud, ya que -al no existir hijo de por medio- el Comando Conjunto de la Fuerza Armada del País se ahorraría y guardaría la pensión que le corresponde a un hijo de militar correspondiente a su educación, vestimenta y alimentación y más si este niño es huerfano de padre y tiene a una madre al borde de la locura reclamando también la pensión de viudez. Ante esta noticia, Juana lamentablemente termina muriéndose de la pena por haber perdido a su esposo y a su hijito, fruto de su amor hacia Thibeaud. Luego de esto, aparece vivo Thibeaud en una playa cerca al litoral. En un principio, no recuerda casi nada; pero, poco a poco va recobrando la memoria, atendido por unas religiosas. Después, Le Mer va en busca de su esposa; pero, encuentra que la casa ya la tumbaron para construir un edificio y todo lo que era del matrimonio ya fue repartido a sus demás familiares. Es entonces que Thibeaud Le Mer decide entrar a un seminario para ser sacerdote y consagrar su vida ante Dios. Más adelante, transcurrido el tiempo de preparación en el seminario, se ordena sacerdote. Y es ahí que en su primera noche, sucedida la madrugada del 14 de diciembre del 2012, como sacerdote se le aparece el espíritu de su esposa Juana Alva de Le Mer, quien le dice que se vaya con ella para que los dos puedan descansar juntos y felices, sin que nadie los moleste para así perennizar el amor que ellos dos se tienen, a través del tiempo sin importar milenios ni eras. Thibeaud le contesta que él ya es sacerdote, que ya está sirviendo a Dios, que tiene una gran misión jubilar que cumplir y que por tanto no puede irse de este mundo. En ese momento en que los dos se miraban, sonreían; pero, también lloraban; tratando de borrar cualquier límite de espacio y tiempo; tratando de eliminar cualquier impedimento que truncara que los dos se pudieran tocar, aún él siendo de carne y hueso y ella compuesta de un telar transparente, blanquesino, radiante y luminoso, propio de un ángel de Dios, hace su aparición la Santísima Virgen María, Reina del Universo y Madre Nuestra, quien media en el asunto y trata de apaciguar los ánimos de los dos enamorados que aún no olvidan su idilio, pues es puro y verdadero. Asimismo, se anuncia que se acerca un proceso de desairización, en donde el aire irá cambiando. Luego de esto, pasando miles de años, si no cuidan su planeta Tierra, habrá un proceso de desterrarización, en donde el planeta Tierra va a detener su eje, lo cual ocasionará que sólo el hemisferio correspondiente a América esté con luz y lo demás en oscuridad. Esto hará que la parte de la Tierra que tenga luz pueda seguir con industrias agropecuarias, ganaderas, mineras, forestales, etc. Y en la parte de la Tierra en oscuridad no pueda cosecharse nada por no haber luz solar para realizar la fotosíntesis y demás procesos naturales. La desterrarización ocurrirá porque muchos países todavía no han firmado el Protocolo de Kyoto, el cual logra mitigar y disminuir los efectos y consecuencias del cambio climático y calentamiento global. Esto a su vez llevará a los terrícolas a tomar en serio el viajar y radicar en otro planeta, lo cual hará que muchos terrícolas maten al encontrar humanoides extraterrestres; pero, los extraterrestres ya están advertidos por Dios de no confiar en los hombres y mujeres de Tierra, pues no todos son buenos y nobles como Thibeaud Le Mer y descendencia, porque apenas los terrícolas ven algo asombroso y curioso, eso se vuelve en su objeto de deseo y ambición hasta perder el control y hacer algo muy contrario a lo que quiere Dios. Con esto, los extraterrestres quieren evitar que los humanos, a parte de destruir su planeta, destruyan también el ambiente y la atmósfera del Universo, donde ha quedado hasta el día de hoy chatarra y aparatos inservibles de películas alusivas y relacionadas con el espacio interestelar y de misiones espaciales a la Luna y Marte desde 1969, lo cual a los estadounidenses y rusos no se les da la gana de limpiar el espacio después de dichas investigaciones. Y los de la NASA saben mucho más de existencia de extraterrestres desde principios del siglo XX y la prueba son varios de los dibujos animados de Merrie Melodies, Looney Tunes y Fantasías Animadas de Ayer y Hoy. Sólo que cómo Estados Unidos ha sido la mayor parte de su vida potencia mundial y cómo vivía un período de guerras, presumiendo que es el país más capaz en todo, se quedaron callados sin importar lo que otros quieran y/o puedan saber acerca del Universo y los extraterrestres. El colmo es que Perú, teniendo buena situación económica, no haya invertido como Chile, en una o varias estaciones aeroespaciales. Ojalá que Perú si se anime a invertir en astronomía y aeronaútica. Volviendo a la historia, la Virgen María interviene, y para darle esa paz que tanto ansía la esposa de Thibeaud Le Mer, Juana, hace que una parte del cuerpo de Thibeaud se eleve y se vaya al mundo celestial, donde ella está; y la otra parte quede en el Planeta Tierra para que pueda seguir catequizando y evangelizando a ancianos, madres, niños y demás personas. Es así como Juana se queda tranquila en el firmamento. Mientras tanto, Thibeaud Le Mer entra a hacer servicio junto a las Hermanas de la Caridad, en un lugar donde se cuidan a todo tipo de personas de bajos recursos y gente que realmente esté necesitada: mujeres, niños, ancianos, adultos, mascotas abandonadas. Es en esas circunstancias que conoce a un niño de nombre Yann Zannetacci que se parece mucho a él cuando él era niño. Justamente, ese niño está preparándose para hacer la 1° Comunión. Lo único fastidioso, lamentable y condenable es que Adolfo Figarello, el cura encargado, quiere someter al niño para que este haga lo que a él mismo se le dé la reverenda gana y así el pobre niño quede traumado para toda su vida por ese abuso tan aberrante. Es aquí que el Padre Thibeaud Le Mer sorprende al religioso pedófilo en el momento en que está haciendo llorar al niño. Acto seguido, Le Mer no se queda con los brazos cruzados y, con una cuerda, estrangula al hereje de Fígarello, seguidor del diablo, pues desde que ese sacerdote empezó su vida religiosa, ha vivido una vida pagana de espaldas a Dios y, al mismo tiempo, ha sonreído para la foto, pelando los dientes, aparentando un concepto que no es en realidad. Lo sorprendente, según Le Mer, es que ya existían denuncias, quejas y testimonios; pero, el Vaticano y la misma parroquia no hicieron caso a todo eso porque pensaron que se trataba de una contracampaña del alcalde del distrito para quitar del camino el papel preponderante y fiscalizador de la parroquia en los asuntos de la ciudadanía y mejoramiento del ornato e infraestructura distrital. Debido al crimen del Padre Thibeaud Le Mer, el mismo padre es trasladado a la cárcel; pero, como dicen los especialistas que el Padrecito no es un asesino ni mucho menos un criminal, sino que está mal de la cabeza y que actúo en defensa propia, es ahí que lo llevan al sanatorio psiquiátrico de las Hermanas de la Caridad, donde pagará su condena los años que lo han sentenciado. Es ahí que en su primera noche en el manicomio, la Santísima Virgen María y Juana Alva, su esposa, lo visitan cuando él está dormido junto con los demás pacientes y reclusos el día 1 de febrero del 2013. Ahí la Santísima Virgen María hace que el espíritu de Juana, su esposa, ingrese al cuerpo de Euridice Diz, una de las enfermeras; y, en el cuerpo de Le Mer entre un extraterrestre llamado Marcos, quien le hará gruñir el estómago de vez en cuando, porque Marcos, el marciano, es travieso y palomilla, porque en 2000 años de creación del universo, tanto este extraterrestre como sus demás compañeros sólo se dejan llevar por sus impulsos e ímpetu sin tener control; pero, el marciano lo ayudará a desenmarañar verdades que están ocultas en la Iglesia Católica, en la historia de la humanidad y dentro de ese centro de salud mental, pues tanto Thibeaud y Marcos son muy buenos descifrando acertijos, frases ocultas y demás misterios. Cabe destacar que cada noche Thibeaud Le Mer tendrá que acostumbrarse a que las marcianas lo visiten a su escondido amigo, lo cual hará que pase algunas veces varias horas en la madrugada sin poder dormir y aceptar que las mismas extraterrestres (ninfas, musas, hadas y amazonas) provenientes del planeta de Venus y de otros planetas más se posen y se sienten en el miembro viril de Thibeaud, quien a un determinado plazo tendrá muchísimos hijos, ya que dichas marcianas tendrán hijos de Le Mer en el universo con sus propios genes, ADN y rasgos peculiares familiares. Bien cierto que Le Mer necesita una computadora, donde trabajar. Es entonces que la enfermera Euridice Diz, quien tiene el espíritu de su esposa Juana Alva, tiene a cargo la jefatura de enfermeras. Por lo tanto, tiene una oficina para ella sola; pero, al mismo tiempo, ella necesita a alguien que la ayudé. Es así que se hace una convocatoria dentro del centro de salud, Thibeaud es elegido entre varios aspirantes; y, mediante las redes sociales y blogs, empiezan a compartir visiones que ayudan a que haya un mundo mejor. En cuanto a su hijito, como Thibeaud Le Mer sabe que las Hermanas de la Caridad tiene guardería, cuna, jardín, asilo y puericultorio, Thibeaud hace que el puericultorio del pequeño Yann Zannetacci esté cerca y, junto a Euridice Diz, quien se da cuenta que en un pasado cercano conoció y amó a Thibeaud Le Mer, luchan contra el mal y evitan que tanto el pequeño Yann Zannetacci como los demás internos corran peligro. Ya cuando está grande el niño, su padre Thibeaud Le Mer está orgulloso de que su hijo Yann Zannetacci haya viajado hasta Tierra del Fuego en Argentina y también de que sepa la verdad de su origen. Es allí que los dos se abrazan como padre e hijo que son. Y eso no queda allí porque las aventuras y misterios continuan porque tanto Thibeaud, Euridice y el joven Yann tienen que encargarse mediante campañas de que el planeta Tierra esté listo para la transición del Universo oscuro a amarillo, el cual significa un ambiente más claro, lúcido e iluminado, el cual va ser propicio para la posterior venida de Cristo, quien a su llegada irradiará buena energía y excelente vibra a todos los habitantes de los planetas del ciberespacio.